Jon Hernández, número uno por Gipuzkoa de Ezker Anitza-IU, denunció ayer que «los poderes económicos y financieros nos quieren a clase trabajadora encadenada al desempleo como método de chantaje para rebajarnos las condiciones laborales y los salarios».

Hernández realizó estas declaraciones en un concentración que la formación progresista realizó en la oficina de Lanbide en Errenteria, donde posaron encadenados, para «explicar que hay alternativas reales a las reformas laborales y los recortes del PSOE y PP, que solo están destruyendo empleo de manera masiva, como corroboran los 45.980 parados de Gipuzkoa».

Para hacer frente a esta situación «crítica», Hernández planteó «repartir el trabajo a través de la jornada de 35 horas, sin reducción salarial; no aplicar las reformas laborales de Zapatero y Rajoy; y un plan de lucha contra el desempleo a través del aumento de inversión pública en dependencia, educación, sanidad, energías renovables y transporte público».

Además, el candidato de la federación de Izquierda Unida en la CAV criticó duramente la gestión de Lanbide, en manos del PSE, calificándola como «un auténtico desastre». Hernández trajo a colación que «Lanbide acumula retrasos incomprensibles en la tramitación de la Renta de Garantía de Ingresos, único recurso de muchas personas para poder subsistir, lo que añadido al endurecimiento de las condiciones de acceso a la misma y a la rebaja de un 7% de dicha renta, provoca que cada vez haya más familias guipuzcoanas obligadas a acudir al Banco de Alimentos o a otras entidades para poder comer».

En relación a esta «dejación» en el ámbito de Lanbide, el candidato de Ezker Anitza por Gipuzkoa preguntó al PSE, y en general a todo el PSOE, «si esta es la manera que tiene de defender a la clase obrera a la que dice representar».