Iñigo Urkullu aprovechó una nueva visita a Donostia para volver a arremeter con el ya manido discurso jelkide contra Bildu, a quien acusó de «desidia paralizante» en Gipuzkoa porque «no quiere o no sabe gobernar, a la vez que advirtió de que «el modelo de Euskadi es Euskadi», no «Venezuela ni Cuba».

En un acto en el Boulevard, en el que compartió estrado con el cabeza de lista por Gipuzkoa, Joseba Egibar, y la aspirante a presidir el Parlamento, Bakartxo Tejería, el candidato a lehendakari dedicó gran parte de su discurso a criticar a Bildu. Iñigo Urkullu aseguró que este año se perderán 7.000 empleos y habrá una caída del PIB del 1,2%, mientras el Gobierno foral y de los ayuntamientos dirigidos por la coalición, «en lugar de echar una mano» a las empresas, «se declaran en huelga».

Urkullu criticó que la izquierda abertzale haya traído a Gipuzkoa «el modelo López para ir hacia atrás» y sus «autoridades están apoltronadas, encerradas en sus despachos, han decidido romper con la colaboración público-privada», con resultados que ve «todo el mundo, menos los que no quieren ver, ni escuchar, nada más que estar».

En esta línea, insistió en que «por supuesto» hace falta poner en marcha «un plan anticrisis» para paliar la situación económica, en la que «el 6% de los guipuzcoanos vive ya en el umbral de pobreza», pero la Diputación «no tiene iniciativa» contra la crisis y «ha tenido que activar el plan anticrisis Cáritas porque quien tendría que hacerlo no lo hace». Según indicó, con el PNV «Gipuzkoa tendrá un plan anticrisis y Euskadi también» porque estamos en «un momento de extrema dificultad, de emergencia nacional».

A su entender, Bildu debe «responder de su incomprensible desidia paralizante» y explicar por qué «no hacen nada y se niegan sistemáticamente a que algo se haga». Además, criticó que pongan «ayer mismo» como «modelo a seguir Venezuela». «El modelo de Euskadi no es Venezuela ni Cuba -no queremos comandantes, queremos personas libres-. El modelo de Euskadi es Euskadi», insistió el aspirante a la Lehendakaritza.

En el actual momento de «extrema dificultad», indicó, como hizo con «el desgobierno» de Patxi López en el Ejecutivo autonómico, «que si Bildu no quiere o no sabe gobernar, gobernaría el PNV desde la oposición». No obstante, precisó que el resto de la oposición «debe dejarse de estrategias que no hacen más que favorecer el enquistamiento de situaciones que debemos superar».

Asimismo, advirtió de que «no basta argumentar que con la independencia saldremos de la crisis». «¿Y mientras tanto qué?», preguntó el candidato jeltzale, que cuestionó «dónde estaríamos si hubiéramos estado esperando a la izquierda abertzale». «Ni les hemos esperado ni les vamos a esperar», aseguró.

Remar en la misma dirección

Tras defender la necesidad de «remar en la misma dirección» para salir de la crisis y, por tanto, de alcanzar acuerdos, el político de Alonsotegi concluyó advirtiendo de que «este país no está para experimentos, para incognitas, para perder el tiempo», sino que exige «experiencia y capacidad».

Urkullu, que insistió en que en las elecciones del domingo «nadie nos regalará nada» sino que «nosotros lo tenemos que ganar», subrayó que, en la cita electoral, hay dos alternativas: que la CAV vaya «para adelante» o continúe «hacia atrás». En este sentido, manifestó que, en un momento «difícil de verdad», es necesario «cuanto antes» dar «la vuelta a la crisis».

Por su parte, Joseba Egibar, quien ironizó con que su alocución sería «sin acento bolivariano», criticó las «ofertas del pasado» de PSE y PP, que «tenían decidido desplazar» al PNV tras ganar las elecciones autonómicas. En este sentido, advirtió de que la sociedad vasca demostrará el domingo que PSE y PP son «necesarios como reflejo de pluralidad», pero que sus «estrategias de obstaculización, de negación, de prohibición, al pueblo vasco no tienen pase democrático aquí».

En Bilbo, Andoni Ortuzar alertó de que los sondeos electorales que se han publicado, que otorgan la victoria a su partido, «son como las valerianas que pretenden que nos relajemos».

Por ello, pidió que «no nos confiemos» porque es necesario que el domingo haya «una marea de votos» para Iñigo Urkullu. Según indicó, es preciso tener «un margen de maniobra holgado» para que el candidato del PNV «pueda empezar a trabajar por Euskadi desde el lunes 22 de octubre».

«Sabemos lo que hay que hacer y además somos los únicos que lo sabemos: sacar este país adelante», aseguró Ortuzar, defendiendo «un nuevo pacto entre todos para consolidar la paz, salir de la crisis y crecer en autogobierno hasta convertir a Euskadi en una nación europea».