Hasta este viernes Bilbo y Donostia compartirán el epicentro de la competitividad, fundamental para el desarrollo de la actividad. La decimoquinta Conferencia Anual TCI Network, la mayor red mundial de expertos en materia de competitividad, se cita en la CAV bajo el lema «Crezcamos juntos» para «compartir estrategias entre representantes de más de sesenta países que debatirán sobre las mejores vías a seguir para la salida de la crisis y, a la vez, desarrollar economías de crecimiento sostenibles en el tiempo».

El Instituto Vasco de Competitividad, Orkestra, y el Ejecutivo de Gasteiz organizan este encuentro, que reunirá a alrededor de 500 expertos internacionales. Marijose Aranguren diseccionará lo que ocurre en el Estado español y, más concretamente, en suelo vasco, y explicará porqué la crisis ha tenido menor repercusión aquí, donde desde hace décadas hay clústeres que potencian la competitividad de la industria.

¿Para qué es necesario «crecer juntos», como dice el lema de esta edición de la conferencia mundial de competitividad?

Primero, para reunir a quienes diseñan las políticas, a quienes toman las decisiones en las empresas y en las agencias de desarrollo para reflexionar hacia dónde debe ir el desarrollo de los países y los territorios; y en segundo lugar, para generar un espacio de debate que sirva a las personas que trabajan en estos ámbitos para determinar como se puede conectar el territorio y su gente para hacerlos más competitivos, más en este momento de crisis, aunque los resultados no serán inmediatos.

¿En qué situación está la competitividad en la CAV?

El País Vasco lleva 30 años trabajando y desarrollando competitividad por medio de los clústeres. Es muy positiva su interrelación. De hecho, ese desarrollo competitivo e investigador nos ha permitido que la crisis haya tenido aquí un menor impacto que en el resto del Estado español.

¿Y comparando con Europa?

Estamos algo peor, pero mucho mejor que el resto del Estado español. En el Pais Vasco nos encontramos en unos niveles competitivos destacados.

¿Hacia dónde va la competitividad en este momento?

Se deben reinventar nuevas vías. En Finlandia, por ejemplo, están interactuando entre la nanotecnología y el sector del papel. Aquí hay casos similares, pero se tendría que interactuar más. Como ejemplo, en el clúster de la máquina herramienta ya se actúa para obtener nuevos productos para ser más competitivos. Nuestro índice de competitividad es bastante bueno, porque en 30 años se ha implantado la semilla si nos comparamos con regiones productivas similares de Alemania, Holanda y Austria, por ejemplo. El futuro pasa por profundizar en la competitividad.

¿Qué opinión le merecen los recortes en Investigación y en Educación?

Que van en contra de generar desarrollo competitivo. No permiten contar con personas capaces de actuar en el campo de la competitividad. Habría que ponerse en la piel de otras regiones que lo potencian para avanzar en ese desarrollo.