Mañana, 17 de octubre, es el Día Internacional contra la pobreza. Con motivo del mismo, la plataforma Pobreza Cero ha organizado diversos actos de concienciación sobre la cada vez más urgente necesidad de acometer la erradicación de la pobreza, y los datos que ofreció ayer confirman rotundamente la urgencia de tomar medidas que no pueden consistir en la reforma de un sistema que en los últimos años se ha mostrado tal cual es, injusto y cruel, que trata a las personas como meros instrumentos desechables y, por tanto, sin derechos. Esas medidas para atajar la cada vez más grave situación de injusticia, que va más allá de una coyuntura de crisis, pasan por un cambio radical de modelo. Frente la dirección marcada por los responsables económicos, cuyas políticas acarrean más paro, pobreza, discriminación de la mujer y exclusión social, la propuesta de Pobreza Cero es el control de la riqueza, un reparto justo de la misma, un sistema que no favorezca a las rentas altas y perjudique a los trabajadores y a las personas más desfavorecidas, haciendo aun mayor la distancia económica y social entre la gran mayoría y la minoría cada vez más rica. Es posible cambiar el modelo actual, y es necesario.