Los inversores se sintieron ayer decepcionados con lo sucedido en Bruselas. Ni recapitalización bancaria directa, ni atisbo de la petición de ayuda financiera, ni supervisor único bancario para enero de 2013. Así, todo fue negativo para los mercados, pese a que Mariano Rajoy vendiera la imposición de Alemania en los temas tratados como una buena noticia. Por tanto, todo apunta a que el déficit del Estado español aumentará con fuerza, ya que la ayuda bancaria deberá computarse como deuda, una decisión muy perjudicial en todos los sentidos. Y todavía peor: Angela Merkel rechaza la retroactividad para las actuaciones del MEDE. En las primeras estimaciones divulgadas ayer, se fijan en más de 10.000 millones adicionales las necesidades para financiar el rescate de la banca en 2013, lo que supone en la práctica imponer nuevos recortes. Pero no todo iba mal. La prima de riesgo se mantuvo por debajo de los 370 puntos, un argumento que le permitió a Mariano Rajoy negar, por el momento, la petición de rescate. En este contexto, el Ibex se dio un batacazo al caer un 2,31%, hasta los 7.913,40 puntos. El resto de plazas europeas también cedía terreno. París bajó un 0,87%, Fráncfort, un 0,76%, y Londres, un 0,35%. En el Ibex, el paso lo marcaba el sector bancario. Bankia cayó un 13,83%, Bankinter, un 5,47%, Popular, un 5,27%, Sabadell, un 3,86%, BBVA, un 3,04%, y Santander, un 3%. En el CAC, Alstom y ST Microelectronics, que se dejaron más de un 3%, fueron los peores. Por su lado, Carrefour, el mejor ayer y en la semana, saltaba un 5,85% al anunciar la venta de su negocio en Colombia.