Los partidos gallegos recargaron la agenda de la jornada de cierre de campaña de ayer con hasta cuatro y cinco actos para sus candidatos principales, que en el caso de PPdeG y PSdeG, Alberto Núñez Feijóo y Pachi Vázquez, contaron con el apoyo de sus líderes de ámbito estatal, Mariano Rajoy, en Vigo, y Alfredo Pérez Rubalcaba, en Pontevedra y Santiago de Compostela.

Pese a la coincidencia en el tiempo de las elecciones en Galiza y la CAV, el PSOE ha mantenido estrategias diferentes y ha sido en Galiza donde la dirección federal ha puesto toda la carne en el asador para intentar que el PP pierda su mayoría absoluta de solo un escaño en el Parlamento. Fuentes del PSOE dicen que en sus encuestas Núñez Feijóo no tiene garantizada esa mayoría.

Rubalcaba ha dedicado seis días a la campaña gallega -alguno de ellos con hasta tres pequeños actos-, siempre arropando a Pachi Vázquez. El PSOE ha querido convertir estas elecciones en un castigo a la política económica de Rajoy y ha puesto empeño en identificar a la Xunta con el Gobierno español. Además, al PSOE, muy flojo en las encuestas en el conjunto del Estado, le daría oxígeno sumar un Gobierno gallego en coalición al andaluz y el asturiano.

A pesar del empeño del PSOE, el PP confía en que mantendrá la Xunta y el propio Rajoy aseguró desde Bucarest que espera que las elecciones vayan «bien» para su partido. Según el secretario de Organización del PP, Carlos Floriano, el esprint final se dedicará a intentar convencer a los indecisos para que «se inclinen por el mejor voto posible».

En el caso de Galiza, el PP está convencido de que la «estabilidad y seriedad» de Feijóo servirá para convencer a quienes aún no han decidido.

Rajoy ha visitado en las últimas semanas las cuatro provincias gallegas.