Xabier P. IGREXIAS | SermosGaliza.com
Dividir el voto de la oposición para seguir en la Xunta
Feijóo sabe que el sistema electoral gallego es muy restrictivo para lograr un escaño y, por eso, se ha esforzado en alentar la división multiplicando sus referencias a AGE. El BNG llama, sobre todo a los jóvenes y a los sectores más castigados por las políticas antisociales del PP, a «concentrar el voto de la izquierda y el nacionalismo» en el frente nacionalista.
El PP, consciente del riesgo real de perder el Gobierno gallego mañana, ha decidido centrar todos sus esfuerzos en una única baza: dividir el voto de la oposición. Después de una campaña intensa y marcada por la movilización de toda su base militante y simpatizante, el PP reacciona a la posibilidad de no alcanzar la mayoría absoluta que le es imprescindible para poder continuar al frente de la Xunta. Lo hace aprovechándose de la irrupción de nuevas candidaturas en el campo de la oposición con el propósito de debilitar las posibilidades de un cambio de Gobierno a través de la división del voto.
El sistema electoral gallego es muy restrictivo por la barrera del 5% de los votos que las candidaturas deben superar en cada circunscripción para optar al reparto de escaños, lo que dificulta enormemente la irrupción de nuevas fuerzas en la Cámara gallega. Feijóo lo sabe, y por eso se ha esforzado por alentar la división multiplicando las referencias a Alternativa Galega de Esquerda (AGE), coalición sin representación parlamentaria resultante de la suma de Anova, que lidera Xosé Manuel Beiras, e IU.
El PP cuenta, además, con la complicidad de los grandes medios privados de Galiza, a los que ha subvencionado desde la Xunta con importantes ayudas. Estos han incrementado significativamente la cobertura de la campaña de AGE, en detrimento del BNG, pese a sus 12 diputados. Se suman así a la dinámica de las cabeceras progresistas de Madrid, que por influencia de IU, han pretendido situar la candidatura de Beiras en el centro de la campaña electoral, con la esperanza de que IU consiga al menos un escaño.
La confrontación entre PP y AGE beneficia a ambos. Al PP le sirve como reclamo para movilizar a los sectores de su electorado reacios a brindarle su apoyo y a AGE la proyecta socialmente muy por encima de su dimensión real presentándola como contraposición al PP. Sin embargo, el escenario deseado por el PP es que AGE reste votos a BNG y PSdeG pero sin llegar a obtener representación, para asegurar su mayoría absoluta.
En el extremo contrario, un BNG con insistentes llamadas a «concentrar el voto de la izquierda y el nacionalismo» en apoyo del frente nacionalista, dirigidas sobre todo a los jóvenes y a los sectores más castigados por las políticas antisociales del PP. Su candidato, Francisco Jorquera, pedía el voto para el BNG presentándolo como el «sufragio insumiso a los recortes».
Por su parte, el PSdeG echa mano del discurso del voto útil al presentarse como única opción con posibilidades de presidir la Xunta, lo que contradice los mensajes que desde el PSOE dan por seguro un acuerdo con el BNG, imprescindible para lograr una mayoría alternativa a Feijóo. Un acuerdo que el Bloque no solo no da por cerrado, si no que advierten solo será para apoyar a un Gobierno que plante cara a los recortes y que no se someta a los dictados de Madrid y Bruselas. Desde el BNG se han mostrado tajantes durante toda la campaña advirtiendo de que sus votos, que se prevén claves, ni permitirán un Gobierno del PP ni sostendrán otro que aplique recortes «ni por imperativo legal».