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Derrota del Baskonia en el Buesa Arena

Zalgiris Kaunas, o el arte de hacer daño cuando más duele

Los baskonistas jugaron a tirones ante unos lituanos que mostraron oficio y no se amilanaron. Los locales se arrimaron 71-73, pero Jankunas puso la puntilla.

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CAJA LABORAL BASKONIA 71

ZALGIRIS KAUNAS 77

Arnaitz GORRITI

Pues si las opciones para pasar al Top 16 pasan por ganar en casa, no es que el Caja Laboral Baskonia empiece con el mejor pie. El Zalgiris Kaunas hizo morder el polvo al conjunto baskonista dando un clínic de hacer daño cuando más podía doler. Los «abuelos» Kaukenas y Darjus Lavrinovic, más jugadores como Popovic, Darden o Lafayette, fueron los encargados de sangrar a un Baskonia que, de buenas a primeras, se ha complicado mucho su andadura europea.

«Hemos perdido dos partidos que podíamos ganar, todo sigue abierto. Como hemos perdido aquí, significa que podemos ganar fuera», declararía un magnánimo Dusko Ivanovic que, pese a la derrota, declararía que «hemos cometido dos o tres graves errores, pero no creo que hayamos dado un paso atrás».

Liderados por Nocioni y la fina mano de Oleson, el Baskonia arrancaría con fuerza, adelantándose 14-6 ante un Zalgiris Kaunas algo frío. «En los primeros cambios, hicimos dos o tres errores y ellos adquirieron confianza para meterse en el partido y controlarlo bien», declararía al respecto Ivanovic. Con la entrada de Darjus Lavrinovic y Popovic, los lituanos espabilarían al momento, situándose a la estela baskonista y poniéndose en cabeza nada más iniciarse el segundo cuarto. Nunca más dejarían de liderar el partido.

Rebotes de ataque

Después de que Zalgiris Kaunas llegase al descanso con un 35-40 favorable, se mascó el desastre mediado el tercer cuarto, cuando los de Joan Plaza adquirieron una máxima renta de 14 puntos: 41-55. Darden se sumaba a la fiesta anotadora mientras que solo Nocioni daba la cara, sobre todo gracias a los tiros libres, entre los locales.

Había que reaccionar, y la entrada de Milko Bjelica y Heurtel sirvió para que los gasteiztarras se reengancharan al duelo. También San Emeterio quiso meterse en la pelea, arrimando de su mano al Caja Laboral Baskonia a un esperanzador 51-57 al final del tercer período. Un espectacular «tres más uno» de Oleson ponía el 58-61 al arrancar el cuarto definitivo.

Pero el Baskonia se topó con la «gerontocracia» báltica. Lafayette, Darjus Lavrinovic y Darden se bastaron para impedir que los locales completasen la remontada, bien a base de canastas sobre la bocina o, para desesperación de Ivanovic y el público baskonista, atrapando hasta 13 rebotes en ataque. «Controlaron el rebote, sobre todo los lejanos, y en los balones divididos han estado más hábiles», reconocía Ivanovic.

Con todo, un tiro lejano de Cabezas y una canasta acrobática de San Emeterio ponían al Baskonia a dos puntos, 71-73, a poco más de un minuto. Por desgracia, un nuevo error en el rebote y un tiro abierto de Jankunas a 27 segundos supusieron la tumba para el cuadro gasteiztarra. Unos errores de concentración que «sorprendieron» al propio Dusko Ivanovic.

«Hicimos dos o tres graves errores en defensa, dejándoles tiros claros y solos, en los momentos importantes del partido». Ahora toca remontar, empezando por Milán.

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