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CR�TICA teatro

Diat�nico y emotivo

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Carlos GIL

Siempre es una tarea dificultosa la adaptaci�n para el escenario de un texto narrativo. Patxo Teller�a firma la adaptaci�n, y podemos indicar que la huella dramat�rgica que sigue le proporciona al trabajo identidad en los personajes, ambiente de �poca, pero se pierden matizaciones, contextualizaciones y acaba convirti�ndose en un material que debe mostrarse en estampas, en postales, en pasajes atrapados en un ejercicio extremo de elipsis. Pero la historia que nos cuentan, la central, se entiende, queda clara, se mueve con los datos necesarios, en las escenas espasm�dicas en ocasiones, pero que le confieren continuidad.

Con este material, la direcci�n de Fernando Bernu�s, apuesta por un trabajo muy en su estilo, con la compa��a de su director art�stico de cabecera, Jos� Ibarrola, para plantear un espacio funcional, as�ptico en su cromatismo, que proporcione posibilidades de crear m�ltiples espacios, pero que no condicione m�s all� de su significaci�n instrumental, lo que deja un campo sem�ntico libre para el costumbrismo de vestuario, interpretaci�n, narraci�n y una luz sutil que siempre queda subordinada a la ejecutoria actoral. La elecci�n del naturalismo de proximidad, es decir, intentar no cargarse de sobreactuaciones, lo deja en una mesura que tiende a lo plano, a dejar con autonom�a al texto por encima de la intermediaci�n actoral, lo que en ocasiones rebaja demasiado el canal de comunicaci�n con los espectadores.

Las acordeones sonando, los acordeones ardiendo, toda la simbolog�a de este instrumento tan propio, lo dotan de un carga sentimental que se va apoderando de todo el discurrir de la peripecia de los personajes. Parece como si la memoria hist�rica que se desentierra no quisiera aposentarse como algo que sobrepase el recuerdo, la emoci�n primaria, como si la militancia en ETA de los protagonistas fuera una reacci�n circunstancial sin apenas discurso pol�tico o ideol�gico. La traici�n, la culpa, la entereza ante las circunstancias aparecen como una reminiscencia religiosa.

Con todo ello, lo que m�s notamos en la noche de su estreno en castellano fue una falta de seguridad actoral. El nerviosismo agarrot� algunos pasajes. Esto se remedia con las actuaciones, otra cosa ser� si el desequilibrio entre los diferentes tonos actorales, las calidades, la transmisi�n de verdad esc�nica o de mera recitaci�n, ese plus de dar credibilidad a lo que se hace y se dice, se consigue igualar al alza, para que alcance su valor art�stico superior. Lo dejamos ahora en diat�nico, emotivo, en ocasiones sentimental, de buena factura, establecido en unos par�metros de producci�n de considerable valor y que puede interesar a un amplio sector de espectadores.

Ficha

Lugar y fecha: Arriaga (Bilbo). 19-10-12.

Obra: �El hijo del acordeonista�.

Autor: Bernardo Atxaga.

Int�rpretes: Joseba Apaolaza, Aitor Beltran, Vito Rogado, Anke Moll.

Int�rpretes: Hugo Weaving, Natalie Porting, Natalie Porting, Natalie Portman.

M�sica: I�aki Salvador.

Direcci�n: Fernando Bernu�s.

Producci�n: Tanttaka Teatroa, Arriaga Antzokia, Antzokia Zaharra, Victoria Eugenia Antzokia.

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