Una serie de atentados, que comenzaron el jueves, atribuidos al grupo islamista Boko Haram dejaron al menos 31 muertos en dos ciudades del noroeste de Nigeria, según residentes, un oficial de hospital y otro militar.

Después de los ataques que sacudieron a Maiduguri y Potiskum del jueves al viernes, con un total de 24 personas muertas, otras siete murieron la mañana de ayer por militantes del grupo Boko Haram.

«He recibido información sobre la muerte de un ex funcionario de aduanas, un ex oficial de policía y cinco miembros de su familia por Boko Haram en Potiskum» declaró a la AFP Patrick Egbunibe, responsable de la Policía estatal de Yobe.

Los atacantes ejecutaron al ex jefe de la aduana, Ajiya Waziri y a su hijo médico y después atacaron al policía, Adamu Haruna, y a cuatro miembros de su familia, todos en Potiskum.

Los residentes dijeron que Waziri y su hijo fueron secuestrados en sus hogares y llevados a los suburbios, donde murieron a manos de sus captores que abandonaron sus cuerpos en la calle. Los atacantes de la familia Adamu, por lo contrario, murieron a tiros en su domicilio y fueron descubiertos por un vecino.