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Un ofensivo Obama buscó dejar atrás a un Romney neófito en política exterior

Un Barack Obama muy ofensivo presentó en el debate del lunes a su rival republicano, Mitt Romney, como incompetente e indeciso en política exterior cuando restan quince días para una elección presidencial muy abierta, dado el empate técnico que reflejan las encuestas. Los dos aspirantes a la Casa Blanca difirieron respecto a cuál es la mayor amenaza exterior de EEUU y compitieron en firmeza respecto a Irán y en su apoyo a Israel.

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GARA | BOCA RATÓN

El actual presidente estadounidense y candidato demócrata a la reelección, Barack Obama, ganó el lunes por la noche el pulso en política exterior a su adversario republicano, Mitt Romney, en un debate muy reñido a dos semanas de las elecciones presidenciales.

Un ofensivo Obama, que partía con ventaja por su experiencia de Gobierno, se mostró muy firme en sus ataques a Romney, a quien describió como un político de ideas cambiantes, carente de la consistencia necesaria para comandar el país. «Siempre que ha ofrecido usted alguna opinión, se ha equivocado», le espetó durante el animado y a veces tenso debate. «Usted dijo que debíamos ir a Irak aunque no había armas de destrucción masiva. Usted ha dicho que debemos mantener nuestros soldados en Irak», recordó Obama.

Obama apostó a su condición de comandante en jefe durante el debate del lunes, cuando catalogó a su adversario de incompetente y dubitativo en política exterior. Esa estrategia ofensiva de Obama parece haber dado sus frutos, de creer a los sondeos instantáneos, que daban al presidente saliente vencedor del debate, con diferencias mayores o menores.

La cadena CBS indicó que el 53% de las personas «indecisas» dieron como ganador a Obama frente al 23% que apostó por Romney. El instituto PPP recogió un 52% de voces a favor del candidato demócrata frente al 42% favorable al republicano, mientras que los electores encuestados por la cadena CNN daban una ligera ventaja del 48% frente al 40% al presidente saliente.

Sin embargo, según Christopher Arterton, analista de la Universidad George Washington, Romney «fue capaz de mostrar que no era el conservador peligroso y desbocado que Obama intentó despreciar». Una imagen que podría ayudarle «particularmente en los estados que tiene que ganar, Florida y Ohio».

Los dos candidatos encontraron puntos de acuerdo, como cuando se erigieron en defensores de Israel y advirtieron a Irán sobre su programa nuclear, pero rivalizaron en cuando a firmeza.

«Romney tenía una estrategia interesante, prudente, coincidiendo con Obama en varios puntos, posiblemente porque no quería parecer conflictivo, y cambió a menudo el sujeto de la política exterior hacia temas económicos, en los que él se considera más preparado», explicó a AFP Dotty Lynch, profesora de la American University.

Obama acusó a Romney de querer importar políticas «trasnochadas» de los años 80, haciendo alusión a los recientes comentarios del candidato republi- cano en los que había presentado a Rusia como una gran amenaza. Y también le echó en cara su cambio de postura respecto a Afganistán.

Ante las advertencias de Romney de que se avecinan recortes en el gasto de Defensa que pondrán en peligro la superioridad militar estadounidense, Obama atajó que «quizás» Romney no ha pasado suficiente tiempo tratando de entender cómo funciona el Ejército.

«Hizo usted mención a que tenemos menos barcos que en 1916. También tenemos menos caballos y bayonetas porque la naturaleza de nuestras Fuerzas Armadas ha cambiado», ironizó Obama, en unos comentarios que fueron recibidos con risas en la sala de prensa de la Universidad Lynn que acogió el debate. Además, recordó que el país gasta más en defensa que los restantes diez países que le siguen en ese ránking juntos.

Irán e Israel

Romney planteó dudas sobre la estrategia de la Administración Obama en torno a dos cuestiones: el programa nuclear de Irán y la alianza de EEUU con Israel. Acusó al presidente de «debilidad» en su manejo de la cuestión iraní y prometió poner en marcha sanciones más severas en caso de llegar a la Casa Blanca. Lamentó que «ahora estemos cuatro años más cerca de que Irán consiga armas nucleares».

Pero el presidente, que le recordó a su adversario que más de una vez en campaña ha apostado por una «acción militar prematura» contra Irán, defendió la eficacia de las sanciones aplicadas y advirtió de que no permitirá que las conversaciones entre Irán y el Grupo 5+1 se prolonguen indefinidamente. «El reloj sigue corriendo. No permitiremos que Irán alargue eternamente estas negociaciones si vemos que no van a ninguna parte», aseveró Obama, quien sostuvo que «si (los iraníes) no cumplen las exigencias de la comunidad internacional, tomaremos medidas».

Ambos coincidieron en que no permitirán que Irán consiga armamento nuclear, e insistieron en que, en caso de que Israel sea atacado por su vecino persa, permanecerán al lado de su aliado. Obama insistió en que «voy a estar con Israel si es atacado», lo que descartaría su apoyo a un ataque sionista preventivo.

También coincidieron ambos en descartar una intervención militar en Siria e incluso en establecer una zona de exclusión aérea, y abogaron por exprimir la vía diplomática y apoyar a los grupos opositores. Romney destacó su prioridad de «quitar a Al-Assad» y propuso armar a los opositores, algo que Obama considera un gran riesgo. «No podemos poner armas en manos de personas que luego pueden usarlas contra nosotros», alertó.

Tanto Obama como Romney apuntaron que su prioridad el política exterior es combatir el «terrorismo» internacional, «perseguir a los malos», en palabras del aspirante republicano. Romney apostó por la educación para «ayudar al mundo islámico a rechazar el extremismo violento».

No estuvieron de acuerdo a la hora de citar la mayor amenaza para EEUU. Para Obama son las «redes terroristas» y para su rival es un «Irán nuclear».

Analizaron también las relaciones entre EEUU y China. Coincidieron en que China puede ser un potencial socio «si cumple las reglas de juego», pero no faltaron las acusaciones. Romney batalló acusando a Obama de ser excesivamente permisivo con la política china, tanto a nivel monetario como indusrial, aunque se declaró partidario de cooperar con el gigante asiático.

También Obama abogó por trabajar junto a China, al tiempo que reprochó al exgobernador de Massachusetts su discurso. «Tiene razón: es malo exportar empleos a China. Usted sabe de ello porque dirigió una empresa que exportó empleos a China», dijo en alusión a Bain Capital.

El proyecto de Obama

Atacado a propósito de su «falta de programa» para los próximos cuatro años, el equipo de Obama replicó ayer por la mañana difundiendo un «Proyecto para Estados Unidos» para «seguir haciendo avanzar a Estados Unidos y restablecer la seguridad económica de la clase media, un nuevo patriotismo económico».

Ese plan llama a invertir en la educación, el sector manufacturero y fuentes de energía estadounidenses. Defiende una reducción del déficit, a través de un reequilibrio de ingresos y gastos que exija una mayor contribución de los ricos, y se refiere al fin del involucramiento en Afganistán como una oportunidad para «reconstruir nuestro país».

Obama y Romney están a la par en la mayoría de los sondeos nacionales, a pesar de que el presidente saliente conserva una ventaja en varios estados clave, donde Romney debería ganar si quiere llegar a la Casa Blanca. Esa ventaja se ha reducido, lo que augura un final de campaña encarnizado.

La victoria en el debate sobre política exterior era decisiva porque suponía el desempate, después de que Romney venciera en el primero, centrado en la gestión económica, y Obama el segundo, sobre economía, políticas sociales y el ataque al consulado de EEUU en Bengasi.

BEIJING

Beijing instó ayer a Barack Obama y a Mitt Romney a considerar el desarrollo de China «de una forma objetiva y racional» y a que hagan «más» para reforzar la confianza y la cooperación mutuas y contribuir, así, a la paz mundial y a la prosperidad.

Después de los platós de televisión, quince días de sprint electoral para los candidatos

Después del último debate, Barack Obama y Mitt Romney encaraban ayer la recta final de la campaña presidencial, sinónimo de recorridos incansables por los doce estados decisivos que en las dos semanas que restan para las elecciones del 6 de noviembre podrían darles los votos necesarios para superar el empate que marcan las encuestas.

Al día siguiente del debate televisado en Boca Ratón, en el cual los dos candidatos trataron de convencer a los electores de centro e indecisos, ambos reanudaron su campaña.

Obama permaneció en Florida para pronunciar un discurso en Delray, a 80 kilómetros al norte de Miami, y viajar luego a otro estado crucial, Ohio, para asistir a un segundo mitin electoral, en el que se encontrará con Joe Biden, su vicepresidente. Hoy su gira se convertirá en un maratón con etapas previstas en Iowa, Colorado, Nevada y California, donde acudirá a un programa de televisión.

Por su parte, Romney era esperado ayer en Nevada y Colorado, los dos principales estados del oeste en los que pueden decidirse los comicios.

Obama apostó a su condición de comandante en jefe para resaltar la inexperiencia de Romney, pero varios expertos declararon a AFP que el debate del lunes, sobre un tema que tradicionalmente interesa poco a los estadounidenses, debería tener un impacto limitado en la recta final de la campaña, en la que ambos candidatos van a emplear los grandes medios.

Todo dependerá ahora de la movilización de los electores y de la capacidad de cada campo de tocar a todas las puertas en las dos últimas semanas más que de la publicidad.

El electorado femenino será el más disputado en los próximos quince días, después de un reajuste de Romney en octubre sobre varias cuestiones socioeconómicas. Ya saturados de propaganda política en algunas ciudades, los espacios publicitarios de televisión han sido tomados al asalto, desde canales nacionales a televisión por cable, dirigidos sobre todo a las mujeres y los obreros.

En estados clave como Virginia, Ohio, Florida y Wisconsin, miles de personas recorren los barrios para alentar a los electores a votar desde ayer, por correo o en persona. Según datos oficiales, más de 4,5 millones de personas ya lo han hecho. Ayer por la mañana era posible votar de forma anticipada en los 50 estados y en el distrito de Columbia, sede de la capital. GARA

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