Campeonato del Cuatro y Medio
Con piel de cordero
El campeón Aimar Olaizola dice que, «si Oinatz juega como la semana pasada, será casi imposible ganarle».
Jon ORMAZABAL
El Labrit volverá a abrir sus puertas mañana con un partido por todo lo alto, un duelo entre los dos vigentes campeones de la distancia, Aimar Olaizola en el oficial y Oinatz Bengoetxea en el de Nafarroa y que, curiosamente, nunca se han cruzado en el acotado dentro de la jaula de Primera. Hay incluso quien, gracias a este novedoso sistema con liguilla en cuartos de final, se atreve a hablar de una especie de final anticipada.
Sin embargo, quizá por eso de quitarse presión y de dejar el peso de la cátedra sobre la espalda de su rival, los dos pelotaris de Asegarce se presentaron ayer a la Bombonera con piel de cordero. Así, resultó ciertamente sorprendente que un Aimar que se ha calado la txapela en cinco de los últimos diez campeonatos del Cuatro y Medio que se han disputado, calificara prácticamente de misión imposible ganar a un Oinatz Bengoetxea que se deshizo con gran solvencia de Mikel Urrutikoetxea en la ronda anterior. «Si juega como el otro día, no sé si imposible, pero sí será muy difícil ganarle. Hizo un partido increíble, lo hizo todo muy bien, le salió todo y se le vio que está con chispa y confianza y será muy difícil», señaló Aimar Olaizola.
Cifras que asustan
Sin embargo, Oinatz Bengoetxea, que ya consiguió ganarle en la semifinal del acotado navarro en el mismo escenario por un ajustado 18-22, sabe que tras esas declaraciones se esconde uno de los mayores depredadores de la jaula. Y es que las cifras de Olaizola II en el acotado asustan a cualquiera.
Al margen de haber superado en la distancia a un mito como Julián Retegi en títulos, el menor de la saga de Goizueta ha llegado a 22 en 33 de los 41 partidos disputados. Nueve de ellos los sumó en su debut en 2002, cuando se caló la txapela partiendo desde lo más bajo del cuadro. Solo ha fallado, por lesión, en las ediciones de 2003 y 2010, y de las ocho restantes ha alcanzado las semifinales siete veces, todas menos la de 2009, cuando Julen Retegi lo dejó fuera por 11-22 en el propio Labrit.
Oinatz Bengoetxea afronta su décima participación en el Cuatro y Medio oficial, pero por contra nunca ha conseguido pasar a semifinales, algo que espera lograr este año, cuando llega en un gran momento de juego. «Todos los años lo preparamos lo mejor posible y siempre tenemos buenas sensaciones, pero los contrarios juegan mucho. Luego tienes que tener tu día y que el otro no lo tenga. Hay muchos factores y no solo depende de ti», explicó.
En el caso del delantero de Leitza, lo más sorprendente de sus declaraciones llegó cuando le preguntaron por el material y este dio a entender, sin ningún reproche, que su rival sería capaz de arreglárselas a la perfección con las pelotas escogidas por él, mientras que él no podría desenvolverse igual de bien con las elegidas por Aimar Olaizola. «Mis pelotas son muy buenas para mí y las de él son muy malas para mí, pero bueno, es lo que hay. Son totalmente diferentes. Es normal. El material es correcto», explicó el delantero de Asegarce.
«Las de él tienen poco toque, sin gracia, con bastante salida para evitar el juego de aire. Las mías son al contrario. Tienen mucho toque. El planteamiento es totalmente distinto. A él le van bien las mías», agregó Oinatz Bengoetxea.
El vigente campeón de la distancia tampoco puso ningún tipo de reparos al lote con el que se jugará el partido de mañana. «Creo que no habrá ningún problema. Cada uno ha elegido el tipo de pelotas que le gustan y para esta distancia y para este frontón son bonitas. Las de él son de cuero amarillo, pelotas rápidas, sin ningún problema», analizó el de Goizueta que, como todos los debutantes, tiene ciertas dudas sobre cual será su rendimiento una vez que salte a la cancha vestido de blanco.
La liguilla de cuartos de final arranca esta tarde en el rapidísimo frontón de Hendaia con el enfrentamiento entre Xala e Iker Arretxe, dentro del grupo I, que se completará mañana en Iruñea.
El delantero de Lekuine debuta en una especialidad en la que nunca se ha desenvuelto con excesiva facilidad -por mucho que alcanzase la final en 2005-, y lo hace envuelto en la misma incógnita en la que ha venido haciéndolo en sus últimas participaciones en las distintas competiciones. Aquejado de las ya habituales molestias de espalda y de rótula, el delantero lapurtarra llega de firmar un verano muy irregular y con muy pocos partidos disputados. En el último mes tampoco se ha prodigado en exceso, ya que apenas ha disputado cuatro partidos, el último hace dos semanas en Eibar.
Iker Arretxe, que llega después de tres victorias y dar la campanada eliminando a Titín, no le regalará nada, y además Xala ya conoce cómo se las gasta el de Luzaide, que hace dos temporadas lo dejó fuera del campeonato en primera ronda, al ganarle en Sodupe por 14-22. J.O.
Ambos pelotaris coincidieron a la hora de calificar las pelotas escogidas por uno y otro como completamente antagónicas. Las de Olaizola con bastante menos salida que las de Oinatz Bengoetxea.