El Gobierno panameño y los gremios de Colón siguen sin sentarse a negociar una salida al conflicto que afecta a esa ciudad portuaria a causa de una polémica ley que permite privatizar su Zona Libre, al tiempo que la ONU instó a las partes a iniciar el diálogo lo antes posible.

Aunque el presidente del país escribió el miércoles en su cuenta de twitter que derogaría parte de la ley a consecuencia de las protestas, el sector opositor ha dejado claro que no se sentará a negociar hasta toda la ley sea derogada, ya que no se fían de su palabra.

La crisis en Colón, la puerta en el Atlántico de Canal de Panamá, estalló la semana pasada cuando se aprobó y sancionó la llamada Ley 72, y ha dejado al menos tres muertos, muchos heridos, decenas de detenidos, y una ciudad sin actividad comercial y con las clases suspendidas.

Los sectores opuestos a la ley mantuvieron ayer la huelga que iniciaron el lunes y también las protestas en la calle, que ayer se desarrollaron en relativa calma, mientras una comisión ministerial se quedó en la ciudad de Colón esperando, por segundo día consecutivo, a algún interlocutor válido para entablar un diálogo.

Para hoy han convocado otra huelga de 24 horas y han asegurado que continuarán las protesta mientras la ley 72 siga vigente.