Damasco y el ELS ponen condiciones a la tregua y los islamistas la rechazan
Tanto el Gobierno sirio como la rebelión armada del ELS aceptaron ayer la tregua propuesta por el mediador internacional Lakhdar Brahimi a partir de hoy, pero ambos matizaron que se reservan el derecho a responder a ataques, entre otras condiciones que dejan muchas dudas sobre su cumplimiento. Además, varios grupos islamistas dejaron claro que no van a sumarse a este frágil alto el fuego.
GARA | DAMASCO
El Ejército sirio anunció el cese de sus operaciones desde hoy por la mañana y hasta el lunes, aceptando así la tregua propuesta por el emisario internacional, Lakhdar Brahimi, pero se reservó el derecho de responder en caso de ataques de los insurgentes. La televisión estatal indicó que el Ejército «se reserva el derecho de responder si los grupos terroristas armados continúan disparando sobre civiles y las fuerzas gubernamentales o atacando bienes públicos y privados».
A su vez, los insurgentes del Ejército de Liberación Sirio (ELS) condicionaron de forma similar la aceptación de la tregua. Según dijo a Efe el «número dos» de la milicia rebelde, Malek Kurdi, «las condiciones del régimen coinciden con las nuestras», pero criticó al mismo tiempo la falta de supervisión internacional para vigilar el cumplimiento de la tregua. Sin embargo, añadió otra al señalar que el ELS custodiará las manifestaciones -cuyo día de mayor afluencia suelen ser los viernes- y considerará «cualquier ataque o detención de los manifestantes como una violación».
Aseguraron que respetarán el cese el fuego pero «responderán duramente en caso de ataque del Ejército regular». El jefe del comando militar del ELS, el general Mustafá al Sheik, indicó que «vamos a respetar el cese el fuego a partir del viernes (por hoy) si el Ejército sirio hace otro tanto pero si dispara una sola bala responderemos con cientos de balas. Nos reservamos el derecho de responder».
Sin embargo, reconoció que no hablaba en nombre de todos los insurgentes. «No hay un comando unificado de todas las facciones. Hablamos en nombre de un gran número de combatientes pero hay otras facciones armadas que siguen otras órdenes».
Islamistas
La insurgencia está atomizada en multitud de grupos armados, algunos bajo las órdenes del ELS pero otros actúan de forma autónoma. Además, se encuentran los grupos jihadistas, compuestos en gran parte por extranjeros. Uno de ellos, el Frente Al-Nosra, que ha reivindicado varios atentados contra el régimen ya adelantó el miércoles su categórico rechazo a la tregua: «No hay tregua entre nosotros y este régimen que hace derramar la sangre de los musulmanes».
Ayer el grupo Ansar al Islam también anunció que no acatará el alto el fuego y mostró sus dudas de que el Ejército sirio lo cumpla.
LA ONU, por su parte, dijo «esperar de todo corazón» que el cese el fuego se cumpla, pero reconoció sus dudas por la desconfianza entre ambos bandos. Martin Nesirky, portavoz del secretario general, Ban Ki-moon, indicó que espera que la tregua permita hacer llegar la ayuda humanitaria.
La nueva comisaria de la ONU encargada de investigar las violaciones de derechos humanos en Siria, la exfiscal general del Tribunal Penal Internacional Carla del Ponte, dijo querer identificar a los «altos responsables de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra».
Rusia acusó a Estados Unidos de de coordinar y facilitar la asistencia logística en el suministro de armas a los rebeldes sirios. «Es de notoriedad pública que Washington está al corriente del suministro de varios tipos de armas a grupos armados ilegales que actúan en territorio sirio», afirmó el portavoz de la diplomacia rusa, Alexandre Lukashevich, mientras Washington lo negó.
Unos 200 insurgentes entraron ayer en el barrio de Achrafiye, en Alepo, cuya población es en su mayoría kurda y que hasta ahora había quedado al margen de los combates. Un acuerdo tácito mantenía tanto a las tropas leales a al Assad como a las de la insurgencia fuera de Achrafiye y de Sheik Maqsud, controlados por fuerzas kurdas. Pero, justo en la víspera de que comenzara la tregua de Aid Al Adha (fiesta musulmana), los rebeldes iniciaron una ofensiva para tomar esta zona estratégica, ya que se encuentra en un alto entre el centro y el norte de Alepo.
«Tiradores emboscados se han instalado en los edificios y unos cincuenta hombres armados vestidos de negro y llevando en la frente bandas con frases islámicas han entrado en una escuela cerca de mi casa. Les he oído decir a los residentes: `hemos venido ha pasar el Aid en vuestra casa», relató un vecino a France Press, y añadió que varios hombres llegaron con metralletas Dushka montadas sobre sus vehículos en los que leyó la inscripción «Liwa Tahid», el nombre de una brigada próxima a los Hermanos Musulmanes que forma parte del ELS.
Según la oposición al menos nueve civiles murieron por la caída de morteros en este barrio. Al sur del mismo, los combates enfrentaban a los rebeldes y al Ejército por el control de otro distrito, Syrian, de mayoría cristiana. La insurgencia también tomó una posición del Ejército en Raqa, que asediaba hace varios días, mientras en Damasco el Ejército seguía intentado recuperar terreno al norte de la capital y bombardeó Harasta y sus alrededores. GARA