«¿Qué pasaría en el caso de la independencia? No cabe descartar el asesinato y el genocidio. También de los niños y de las niñas, por supuesto», así se expresaba sobre Cataluña en una reciente columna el periodista Enrique de Diego. Sus palabras venían auspiciadas por los hechos del 12 de octubre en Barcelona, donde un ultra pro independencia catalana intentó agredir a una familia que acudía pacíficamente a una manifestación para celebrar el día de la Hispanidad. Los hechos son denunciables a todas luces. Sin embargo, aunque incluso los trotkistas de Intereconomía reconocieron que no llegó a existir agresión física, De Diego aprovechó el ataque de un desaprensivo para arremeter contra toda la sociedad catalana. Ya se sabe, a río revuelto ganancia de tertulianos. No es la primera vez que puede leerse una acusación tan disparatada como la del genocidio. (...)

Como supongo que ellos solitos no podrán mantener durante mucho tiempo el nivel anticatalanista, propongo que nos unamos todos bajo el hashtag #catalunyaculpable (con ny siempre jode más) para surtir de nuevos argumentos a la muchachada de la pulserita rojigualda. Recordad el país que odia unido, permanece unido. Ahí van los primeros:

-Los catalanes exitinguirían el lince ibérico si pudieran #catalunyaculpable

-Urdangarín jugaba en el Barça #Catalunyaculpable (no le digáis nada de esto a ABC) (...)

-Un casteller abrió el agujero de la capa de ozono #Catalunyaculpable (vía @CarlosJRguez) (...)

Seguid así, opinadores españolistas, que hace más de un año que vivo en Barcelona y cada vez oigo más el argumento de: «yo antes no era independentista pero últimamente se oye cada cosa que... no queda otra. Si no nos quieren, que nos dejen ir». Entre calumnia y calumnia, la cortina de humo de CIU se alimenta con el abanico de la España más rancia, porque en la defensa del ataque externo, muchos catalanes olvidan hablar a fondo sobre los recortes de la Generalitat y el gobierno neoliberal que padecen. (...)