José Miguel Kanpillo (*) Comisión de Apoyo a los profesores despedidos de la UPV
UPV, elecciones, problemas y soluciones
Esperamos que los cambios políticos y el soplo de renovación que representa comenzar un nuevo periodo rectoral permitan reconducir el diálogo entre las partes
Las recientes elecciones autonómicas no dejan lugar a dudas. La mayoría vasca es una mayoría nacionalista. Con los distintos matices que esta adscripción pueda tener, PNV y EH Bildu, desde un discurso muy parecido, reclaman soluciones a los problemas específicos vascos. Muchos de sus votantes confían en esta sintonía de discursos y en esta mayoría, para ello.
Desde el punto de vista de los profesores despedidos de Leioa, cuando se han cumplido 20 años de su despido, las expectativas deberían ir en la misma dirección. Se fundan para ello en numerosos antecedentes.
El PNV ha estado siempre en los intentos de solucionar este asunto. En el acuerdo con el rector Goiriena, el año 93, con la presencia de Ignacio Etxebarria en las labores de mediación; en la época de Salaburu, con la intervención de Pedro Larrea como intermediario. En las conversaciones con los partidos políticos donde fue relevante la presencia de Eli Galdós. Finalmente, en las conversaciones habidas al comienzo del rectorado de Goirizelaia, iniciadas a raíz de un documento enviado a Ibarretxe por un grupo de personalidades vascas y que se interrumpieron bruscamente.
Por otro lado, conocidos miembros de la izquierda abertzale, presentes en diversas candidaturas como Bildu, EH Bildu, Amaiur o Sortu han tenido una relación directa con los despedidos y su movimiento y conocen perfectamente el tema. Laura Mintegi, Iñaki Zabaleta, Xabier Isasi o Iñaki Antigüedad, entre otros, han dirigido la Caja de Resistencia que apoya a los despedidos, han formado parte de Comisiones de Apoyo y colaborado, de distinta forma, con quienes siguen veinte años después detrás de la misma Pankarta. Sin duda estos hechos y precedentes, junto a la obtención de una mayoría electoral, sitúan a estos grupos políticos en una posición inmejorable para intentar desbloquear uno de los conflictos de mayor duración entre nosotros.
En lo que respecta a la universidad, Iñaki Goirizelaia seguramente repetirá su mandato porque es candidato único a rector de la UPV en las próximas elecciones. Este mandatario, exceptuando el tímido intento ya citado, ha pasado olímpicamente de estos profesores y se ha negado a buscar una solución negociada aduciendo fundamentalmente problemas de legalidad, que encubren una voluntad política de no querer, por las causas que sean, finiquitar este tema universitario pendiente.
Esperamos que los cambios políticos acaecidos y el soplo de renovación que siempre representa comenzar un nuevo periodo rectoral permitan reconducir el diálogo entre las partes. Seguimos creyendo que las peticiones de los profesores despedidos son justas, sensatas y absolutamente encajables en la legalidad. Para ello se debería interpretar el espíritu de esa legalidad de manera abierta, como se ha hecho en otras ocasiones en esta misma universidad y no con la cicatería y burocratismo con que se han tratado hasta ahora estos despidos. El trabajo y el sacrificio desplegados por estos profesores durante tantos años y cuyos frutos han sido recogidos por la universidad, la comunidad autónoma y la propia sociedad vasca merecen que se ponga fin definitivamente de una manera digna a este conflicto.
(*) También firman este artículo, entre otros, Roberto Uriarte, Juanma Idoiaga, Maite De Miguel, Xabier Morrás y Jose Mª Lorenzo Espinosa