ELECCIONES EN CATALUNYA
Madrid se centra en Mas y el mundo destaca el avance independentista
Los políticos españoles se aferran al argumento que les dio el propio Mas al confundir unos comicios plebiscitarios con el reto electoral de CiU. Y se niegan a tomar nota del auge independentista y del apoyo mayoritario al referéndum. Algo que sí hizo la prensa internacional.
GARA | MADRID
El presidente español, Mariano Rajoy, calificó de «fiasco» la estrategia política de Artur Mas al asegurar que el apoyo recibido por CiU «no responde a sus expectativas». Sobre las suyas, las del PP, que no logró más que 19 escaños y la cuarta posición frente a los 50 de la formación catalana, Rajoy destacó que sube «en una situación muy difícil». Dificultad que, por contra, obvia en el caso de CiU y su política mimética de recortes.
En su intervención a puerta cerrada ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP, el presidente español reprochó a Mas «deslealtad con quien le estaba apoyando», en referencia a su entente en Barcelona con el PPC y al «rescate autonómico» del Principat, y se limitó a señalar que seguirá «colaborando» con el próximo Gobierno catalán «como hasta ahora».
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, instó a Mas a rectificar de forma «rotunda» en su apuesta por el proceso soberanista, aunque, junto a la líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, advirtió de que incluso si se produjera esa rectificación «sería muy difícil» que el PP apoyara a CiU. Con todo, Sánchez-Camacho matizó a continuación que si Más «rectifica y está por la labor de trabajar por los problemas de Cataluña y no por el independentismo», el PP estará «en disposición de escuchar».
Invitación-advertencia
Tras esa sucesión de mensajes de una autosuficiencia no anclada en la realidad catalana seguidos contradictoriamente por cantos de sirena a CiU para que «vuelva al redil», el PP lanzó una advertencia a la formación de Mas para que no se alíe «con posiciones erróneas y separatistas». Y es que, en la lectura de De Cospedal, ahí estaría la causa de la pérdida de votos y escaños sufrida por CiU. «Esperemos que CiU actúe con más responsabilidad y escoja un compañero de viaje que no sirva para agudizar más la crisis ni para dirigirse hacia el separatismo», señaló Sánchez-Camacho.
Ante el incontestable resultado electoral soberanista -y el importante repunte electoral independentista- el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, auguró que «las aspiraciones soberanistas se enfriarán, porque si insisten, será cada vez más evidente que una Cataluña aislada de España quedaría aislada de la UE».
Y Rubalcaba habla de «fiasco»
El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificó de «digno» el resultado del PP a la par que destacaba el «fiasco» de los resultados de CiU.
El que fuera vicepresidente español con el Gobierno Zapatero aseguró que sería «bueno y útil» para Catalunya que CiU recuperara lo que presenta como sus «señas históricas, la moderación y la defensa de la convivencia». Precisamente, atribuyó a su «órdago» independentista y a su distanciamiento del proyecto de «moderación» la pérdida de votos de CiU.
Con un Rajoy convertido en exégeta de las expectativas de CiU y un Rubalcaba haciendo un papel similar sobre las «señas históricas» de la derecha catalana, la caverna mediática española elevaba a categoría de titular la máxima del que se queda mirando al dedo y sigue ciego ante lo que ese dedo muestra.
Avance independentista
«Adéu Mas, a Cataluña le gusta España», soñaba «La Razón» mientras «El Mundo» centraba sus primera en Mas y en el «mayor ridículo electoral en 30 años de política autonómica». Obviaba en su tabla de resultados que CiU logró 47 escaños (tres menos que el domingo) en los comicios de 2006.
Por contra, la prensa mundial destacaba los malos resultados de CiU pero coincidía mayoritariamente en destacar el avance del voto independentista. Tampoco se les pasaba el dato -que Madrid oculta haciéndose trampas en el solitario- de que los catalanes votaron masivamente a los partidos pro-referéndum.
El Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona ha imputado a dos periodistas de «El Mundo» tras admitir a trámite la querella por calumnias interpuesta por el president, Artur Mas. Les cita además como imputados por injurias a los Mossos.