Iraizoz, De Marcos,Toquero, Castillo, Herrera o Ibai no entran en ese concepto
¿Un once titular con canteranos?
La noticia de que esta última jornada el Barcelona formó casi de inicio con un equipo de jugadores forjados en La Masía lleva a reflexionar sobre qué se entiende por el término «canterano» e invita a indagar cuándo fue la última vez que el Athletic sacó un once de cantera.
Joseba VIVANCO
En la prensa deportiva catalana, e incluso en la pro madridista, ayer no se hablaba de otra cosa que no fuera el once plagado de canteranos que por primera vez el Barça dispuso sobre el terreno de juego, «once jugadores de La Masia, un viejo reto de Van Gaal que Pep Guardiola prefirió retrasar y Tito Vilanova ha culminado», como escribía ayer la pluma siempre recomendable de Martí Perarnau. Al hilo de este hito en la centenaria historia del club culé, más de un athleticzale se preguntó, con curiosidad, cuándo fue la última vez que el equipo de San Mamés alineó de inicio a once jugadores forjados en Lezama. La respuesta podría, a priori, resultar sencilla, pero la empresa se antoja mucho más complicada, sobre todo porque antes de rebuscar en el largo historial de partidos del Athletic hay que aclarar un concepto sujeto a más de una interpretación, como ¿a qué llamamos canterano?
En la propia web de Martí Perarnau se ensalza este hecho histórico para el Barcelona, expresión máxima de aquel legado que Pep Guardiola pronunció cuando dijo: «No hay mayor éxito que subir a un joven de la cantera al primer equipo. Más que ganar un título». En este caso, el concepto de canterano, Perarnau lo entiende como «todo aquel jugador que haya estado un mínimo de 2 años y en un mínimo de 2 equipos diferentes del club en su etapa de formación, filial incluido». Una definición que podemos entender como demasiado laxa, de manera que tienen cabida en ella jugadores que, en base a otras interpretaciones, quedarían fuera del término `canterano'.
Así, la acepción oficial de la UEFA define como «jugadores de la cantera de un país» a aquellos que, «independientemente de su nacionalidad, hayan sido entrenados por el club en cuestión o por otro club de la misma federación nacional durante al menos tres años entre los 15 y los 21 años». Estamos, en cualquier caso, ante una acepción que tampoco es demasiado exigente, ya que habla de «cantera de país» y no de club.
Tres años entre los 15 y 21 años
Vamos a tomar, entonces, como referencia más aceptable y menos mala la de permanencia de al menos «tres años entre los 15 y los 21 años» en el mismo club. Con dicha premisa, en el actual Barça quedarían fuera de esta definición jugadores como Gerard Piqué, que se fue a los 17 años al United y regresó con 21; Fàbregas, que a los 16 dejó La Masia por el Arsenal; Jordi Alba, que también abandonó Barcelona para recalar en el Valencia; o incluso Tello, moldeado en la cantara espanyolista hasta su fichaje con 19 años y con solo una temporada en el equipo B.
Estos datos los aportaba hace unas semanas la web «La cantera de Lezama», al analizar las diferentes plantillas de Primera en base a la interpretación de `canterano' de la UEFA. Sí que hay que hacer constar que dicha definición la UEFA la hizo este estamento para aclarar que los clubs que disputan la Liga de Campeones y Europa League deben inscribir, como mínimo, a ocho «jugadores de la cantera de un país», de ellos, cuatro formados en el propio club.
Rojiblancos «no canteranos»
Si seguimos ateniéndonos al planteamiento de un mínimo de tres años en el mismo club entre los 15 y los 21, ¿cuántos jugadores, por ejemplo, del once del Athletic del pasado domingo ante el Deportivo eran canteranos? Pues habría que excluir a tres de ellos: Gorka Iraizoz, que llegó al Basconia con 18 años y la temporada siguiente salió cedido, regresando al Athletic con 26; Óscar de Marcos, fichado del Alavés para el filial rojiblanco con 20 años; y Ander Herrera, claramente formado en las categorías inferiores del Zaragoza.
De los que estaban en el banquillo, tampoco cumpliría Xabi Castillo, que tras cubrir las categorías de infantil y cadete, salió de Lezama con 15 años, para volver con 23; Ibai Gómez, fichado con 21 años para el Bilbao Athletic; y menos aún Gaizka Toquero, que llegó al primer equipo con 24 `tacos'.
Uno que no estaba convocado, como Aritz Aduriz, cumple con la definición por los pelos, ya que llegó con 18 años y permaneció tres temporadas en Lezama antes de su salida al Burgos. Algo parecido a San José, con solo dos años en juveniles de Lezama y fichado del Liverpool -dos temporadas después de irse- para cumplir ese tercer año justo entre los 20-21 años.
Así las cosas, hay que rastrear, de inicio, hasta una alineación en la que no esté Iraizoz en ese once, es decir, remontarse a la campaña 2006-07 con Aranzubia en la portería de San Mamés. Sin embargo, ese curso había jugadores que salpicaban los onces iniciales y que no cumplían tampoco con lo de `canterano', como Urzaiz, Sarriegi, Gabilondo, Tiko, Luis Prieto o el propio Pablo Orbaiz, que llegó de Osasuna con 21 años. El navarro se hizo un fijo en la temporada 2000-01, donde también había `no canteranos' como Larrainzar, Urzaiz, Ezquerro, Ríos o Alkiza, sin olvidar a otros jugadores de la temporada precedente como José Mari o Lasa.
Es decir, que rastrear en el tiempo cuándo fue la última vez que el Athletic alineó a once canteranos, en base a esa definición `adaptada' que la UEFA hace de los mismos, se antoja misión para ratones de biblioteca. En cualquier caso, seguro que de la misma manera que en cada aficionado se esconde un entrenador, cada aficionado tendrá su particular parecer sobre lo que es o no un canterano.
¿Lo son jugadores formados inicialmente durante años en otros clubes y que llegan, como Gurpegi, con 18 años a Lezama? ¿Lo son Iraola, que llegó a los 17, la misma edad a la que arribaron al Barça Puyol, Busquets, Pedrito o Fontás? ¿Dónde está el límite? Según la UEFA, en los 19 años si juega las siguientes tres temporadas en ese club. ¿Excesivo? ¿Una concesión en toda regla a los grandes clubes? En base a su visión, un futbolista puede formarse desde alevín en una cantera, llegar a otro equipo diferente con 19 años y todavía tendrá tiempo de ser canterano de este segundo club si sigue ahí hasta los 21.
El encuentro de la NextGen Series que enfrentará a los equipos juveniles del Athletic y del Olympique de Marsella se disputará mañana, miércoles, en Lezama, a las 17.00.
El Athletic se ejercitará en Lezama a las 9.00 de hoy y partirá rumbo a Israel a mediodía. Será entonces cuando conozcamos la convocatoria que dé Marcelo Bielsa y en la que ayer solo había un hombre seguro y presumiblemente en el once titular: Gaizka Toquero, que junto al técnico protagonizará la rueda de prensa vespertina ya en Haifa. Pero el encargado de hablar tras el entrenamiento casi nocturno fue Ibai Gómez, que seguro también mañana será de la partida. «Ojalá participe el miércoles», dijo el de Santutxu, quien reconoció que el domingo, tras el empate ante el Depor, el vestuario se preguntaba «¿qué está pasando?». Asumió que «el año pasado hubiésemos sacado adelante un partido así, seguro», pero que este, la pelota «no quiere entrar».
No obstante, el bilbaino defendió que «llevamos mes y medio jugando bien, dando la cara», y aunque «no valen excusas», sí que resaltó que «el equipo está demostrando que va para arriba». Es más, insistió en que «el equipo está fuerte mentalmente, tenemos más ganas que nunca y lo hablamos entre todos, que lo vamos a sacar, seguro».
Quizá con vistas al partido de mañana y quién sabe si al que le medirá al Sparta de Praga el día 6 de diciembre, el Athletic ha inscrito en la lista B de la UEFA a los jugadores filiales Aketxe, Jonxa, Guarrotxena, Martín Bengoa y Gorka Santamaría. Hace unos días hizo lo propio también con los cachorros Eguaras, Morán y Peña. J.V.