Alumnos, padres y madres, así como trabajadores de la enseñanza comparecieron ayer en Bilbo -arropados por representantes de ELA, LAB y STEE-EILAS, así como de Ikasle Abertzaleak y Sortzen Ikasbatuaz- para animar a otros agentes, entre ellos CCOO y UGT, a sumarse a las manifestaciones convocadas para el sábado 2 de marzo en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria contra el anteproyecto de Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).

En el comunicado al que dieron lectura, solicitaron para el sistema educativo «más recursos y mayor inversión», rechazando por tanto ese polémico anteproyecto por «impositor, centralizador, uniformizador, españolizante, regresivo, adoctrinador, segregador y elitista».

Por ello, instaron a los ejecutivos de Gasteiz e Iruñea, así como a los partidos, a que «hagan frente a las políticas de recorte» para que no se «impongan». Como forma de protesta, llamaron a la movilización general, participando en las marchas convocadas para el sábado, a las 17.30, en el Sagrado Corazón de Bilbo, el Boulevard donostiarra y la estación de autobuses de Iruñea; y a las 19.00, en la Plaza Bilbao, en la capital alavesa.

Posteriormente, Arantza Férnandez de Garaialde (STEE-EILAS) animó a CCOO y UGT a sumarse a las marchas, para lo que han decidido evitar «siglas en banderolas». «Los más importante en todo esto es que en Hego Euskal Herria hay una contestación masiva a la LOMCE, articulada de maneras diferentes», señaló Xabier Irastorza (ELA).

Desde LAB, Arantza Sarasola, apuntó a que hay que evitar «una lectura técnica y parcial» de la reforma educativa, buscando una más «global».