Ampo marca la excepción al crecer un 35% en plena crisis
La cooperativa fabricante de válvulas está sorteando más que bien la crisis. En 2012 facturó 155 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 35% respecto al ejercicio anterior. En 2013 espera incrementar sus ventas un 22%, hasta alcanzar los 190 millones de euros, lo que supondría un récord para la firma. Además, invertirá 20 millones en tres años que destinará a I+D+i y a renovar la planta de India.
Iraia OIARZABAL
No son muchas las empresas que en los últimos tiempos pueden permitirse dar buenas noticias. Ampo, referente internacional en fundición de aceros moldeados y en diseño y fabricación de válvulas, es una de esas excepciones. La firma de Ner Group cerró 2012 con una cifra de negocio de 155 millones de euros, un 35% más que el ejercicio anterior y cerca de los resultados de 2008, antes de que estallase la crisis global.
De cara a este año, mantienen las buenas expectativas, pues prevén incrementar un 22% sus ventas respecto a 2012, hasta alcanzar los 190 millones de euros. Ello se debe, en parte, a la fuerte captación de pedidos durante 2012, que llegó a 200 millones y cuyos resultados serán visibles este año. De ser así, se trataría de una cifra récord para la cooperativa goierritarra.
Así lo explicaron en un encuentro con periodistas Jon Agirre, presidente de Ampo, Peio Alcelay, coordinador general, y Jon Gorrotxategi, coordinador de relaciones institucionales con los clientes. Todos ellos, atribuyeron los buenos resultados de la firma a la especialización y orientación al cliente, la inversión en I+D+i y al esfuerzo en internacionalización.
Este último aspecto es clave para la cooperativa, ya que actualmente exporta el 95% de su producción a los mercados de todo el mundo, entre los que destacan Estados Unidos, Japón, Corea, China, Rusia, Gran Bretaña, Oriente Medio, Australia y la mayor parte de los países de Europa. De cara a este ejercicio pretende afianzarse en los mercados africano y ruso.
Cuestión de actitud
«Estamos en crisis, sí, pero se sigue consumiendo», advirtió Alcelay al ser preguntado por las fórmulas que han llevado a Ampo a, más allá de sobrevivir, crecer en plena recesión. En esta línea también hizo un llamamiento a «no llorar y buscar oportunidades». Precisamente, según afirma, esta es la filosofía que ha llevado a la cooperativa a seguir subiendo escalones también en estos años de crisis.
Partiendo de esta actitud dinámica, apuntó que otra de las claves del éxito es la «apuesta constante en I+D+i». De hecho, la firma dedicó el pasado ejercicio el 2% de sus ventas a la investigación y desarrollo de productos, tecnologías y sistemas.
No obstante, también reconoció que la buena salud de la que goza el sector energético mundial influye positivamente en la marcha de Ampo. Además, grandes productores del sector como BP, Shell, Angloamerican o Exxon Mobil forman su cartera de clientes.
Para los próximos años, la cooperativa se marca el reto de seguir avanzando y para ello invertirá 20 millones de euros en tres años. La mayor parte de esta inversión, alrededor del 75%, se destinará a desarrollar nuevos productos a través de la I+D+i. El resto, irá dirigido a la construcción de una nueva planta en India para sustituir la actual que «se ha quedado pequeña».
Buscar alternitvas y diversificarse en los «nichos» en los que se está presente es fundamental, según Alcelay. Destaca la labor de Ampo en su afán por ofrecer un producto específico y ser «el mejor» en su rama. Para ello, explica, cuentan con un equipo de trabajo «comprometido» que cuida «al detalle» todo el proceso de producción, ya que el más mínimo error puede echar al traste un «arduo» trabajo y un producto de hasta 300.000 euros de valor.
El rigor es una de las máximas de Ampo, pues un fallo en las válvulas que abren paso al gas a temperaturas bajísimas puede causar un desastre. Por eso, realizan pruebas por debajo de los 190 grados bajo cero y a una presión de 200 kilos.
Los buenos resultados de Ampo en el último ejercicio permitirán a la empresa crecer también en su capital humano. Así, se calcula que durante 2013 generará alrededor de 30 empleos directos y 50 indirectos, estos últimos debido al incremento de las necesidades de subcontratación que repercuten en los proveedores de la zona.
Actualmente, la plantilla cuenta con 650 trabajadores. De ellos, 170 se encuentran en la planta de India y el resto en Idiazabal. La gran mayoría, unos 400, son socios cooperativistas, y unos 70 están en proceso de serlo antes de verano. El proceso para hacerse socio es de tres años, ya que, según destaca Alcelay, «hay que ganárselo».
Los buenos resultados han permitido el acceso de nuevos trabajadores, según explica Jon Agirre, aunque también destaca la importancia del modelo de relaciones laborales. Asegura que los resultados económicos no deben poner en peligro la estabilidad de la plantilla. «Hay que ser cuidadoso y no andar dando bandazos», advierte Alcelay. I.O.