Hace un par de semanas os informábamos de la propuesta de mixto moderno en estilo trad más dura del mundo realizada por Benedikt Purner y Albert Leichtfried: «Senza piombo» (M10, WI5). Quizás no fuimos del todo rigurosos, ya que la calificamos como en estilo tradicional cuando debería ser en estilo limpio (clean).

Y nos explicamos. Hace escasas fechas, Robert Jasper encadenaba en estilo trad un viejo proyecto en Kardersteg (Suiza). Se llama «Ritter der Kokosnuss» (M12, WI5, 165 m). De esta forma se convertiría en la propuesta más dura del mundo en dicho estilo. Pero entre los estilos de los austriacos y el alemán hay una diferencia. Mientras los primeros no utilizaron ningún seguro fijo (ni clavos ni parabolts), el proyecto de Jasper contaba con clavos.

A este respecto GARA preguntaba a Robert Jasper: «La escalada trad es la escalada que se hacía hasta hace bien poco. En los 80, trad era conocido simplemente como escalada -nos explica-. Con la escalada deportiva eso cambió. Para mí significa que antes de los 80 también se usaban pitones, ya que no tenían otra cosa. Si he entendido bien, trad no es necesariamente un estilo limpio. Clean significa utilizar solo seguros flotantes. Y trad lo mismo más clavos; eso sí, sin parabolts. Y justamente de esa forma escalé yo».

Así pues, queda claro que los estilos que utilizaron los austriacos y el alemán son diferentes desde el punto de vista de los seguros utilizados. De esta forma, a «Senza piombo» la catalogaríamos como de estilo limpio y la «Ritter der Kokosnuss» de estilo tradicional.

En las siguientes líneas Jasper nos cuenta su experiencia en el proyecto que acaba de encadenar en Kandersteg.

Buen escenario

El Breitwangflue, al lado de Kandersteg (Suiza), es bien conocido por sus espectaculares y durísimas líneas de hielo y mixto; un escenario perfectamente alpino. Allá por 1998, mi mujer Daniela y yo hicimos la primera ascensión de «Flying circus», una vía que -visto en retrospectiva- se convirtió en una piedra de toque de la escalada mixta. El nombre fue inspirado por el grupo cómico inglés Monty Python, del que ambos somos seguidores.

La línea directa al lado de esta, justo a través de la gran bóveda y con grandes carámbanos, había estado en mi mente durante años. Hace diez años, abrí el primer largo (M9), caracterizado por frágiles estructuras de hielo y roca mala. Mi objetivo personal -escalar en estilo tradicional- se había hecho añicos, sencillamente porque era demasiado exigente para mí en aquella época.

Este invierno me sentía bastante en forma después de un buen período de entrenamientos, especialmente en Eptingen (Suiza) donde también escalé varias de sus exigentes vías en un día. Y finalmente decidí darle otro pegue al proyecto. Pero exigía mucho valor, y mis primeros intentos de este invierno acabaron del mismo modo que lo habían hecho los anteriores. Mi mente no era todavía capaz de encadenarlo. La roca quebradiza me asustaba una vez más.

Junto con Markus Stofer, volví los siguientes días y nos fuimos abriendo paso. Yo abrí el siguiente largo de M12, y Markus el siguiente de M9. El último largo de WI5 fue un bonito ataque. Pero en el tramo clave de la vía todavía estaba muy impresionado por la combinación de pitones cara abajo y roca mala... Me bloqueaba para moverme en libre. Así que necesitaba todavía otro intento.

El 13 de febrero, Rainer Treppte y yo fuimos allí otra vez para finalmente escalarla en libre. Esta vez, el primer largo pareció un calentamiento. En el largo clave, la adrenalina me llevó a un estado de fluidez mental. Me fue sencillamente perfecto: los movimientos se fueron sucediendo los unos a los otros por ellos mismos. Después del largo clave, seguía un M9 que fue divertido, y cuando alcanzamos el top siguiendo el largo final de WI5, ya se hacía de noche. Coronamos el éxito con un `caballeroso' apretón de manos.

Ha sido una profunda búsqueda en el «sentido o sinsentido de la escalada», y dado este irónico enlace, bautizamos la nueva vía como «Ritter der Kokosnuss», el título alemán de la película de los Monty Python «Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores».