La distribuidora European Dreams Factory divulga contenidos cristianos con una determinada ideología detrás, lo que va totalmente en contra de la verdadera esencia del buen cine religioso. Por supuesto, que el público adulto es muy libre de ver estas películas bajo su libre criterio personal, pero no estoy de acuerdo con la exhibición de este tipo de propaganda sectaria para el público infantil. «El gran milagro» utiliza los dibujos animados en 3D para inculcar un mensaje mesiánico a niños y niñas en la edad de ir a la catequesis.

Los contenidos de «El gran milagro» son abochornantes de puro reaccionarios, y así se denigra, por ejemplo, la condición de la mujer. Cuando el diablo tienta a los puros de corazón para que caigan en el infierno del pecado adquiere voluptuosas e insinuantes formas femeninas, con lo que Eva vuelve a ser la eterna encarnación del Mal.

El argumento de «El gran milagro» lleva el maniqueísmo a extremos delirantes, con batallas entre ángeles y demonios hechas con imágenes generadas por ordenador, o lo que es lo mismo: la tecnología infográfica al servicio de la involución. El protagonismo se lo reparten tres almas en pena: una viuda con un hijo que acaba de perder a su marido, un conductor de autobuses que recibe la noticia del diagnóstico terminal para su hijo enfermo y una anciana cansada que ha perdido las ganas de seguir viviendo. Los tres se encuentran en una Iglesia durante la celebración de la Santa Misa, siéndoles encomedados desde el Cielo un Angel custodio o de la guarda a cada uno de ellos, para que así puedan superar la perdida de la fe provocada por la situación crítica que atraviesan y de la que se aprovecha el Maligno.

Tengo entendido que se trata del primer largometraje de animación en 3D producido en México, aunque me llama la atención el hecho de que la versión original está hablada en inglés. Un recurso que tampoco garantiza una mayor difusión internacional, debido a que sus estándares de calidad son muy bajos.