BERASALUZE-ALBISU 22
IRUJO-ZABALETA 20

En mitad de un mar de errores, Pablo Berasaluze fue capaz de sobreponerse y agarrarse al último salvavidas que les permite seguir dependiendo de sí mismos en su lucha por alcanzar la costa de las semifinales. En principio, un flotador en medio del océano no parece gran cosa pero, tras una trayectoria especialmente tormentosa, este al menos les da la opción de jugárselo todo a una carta contra Titín III-Merino II el próximo sábado en Miribilla. Ganando los dos próximos partidos que les restan, los de Asegarce estarán en la próxima fase.

La transcendencia del punto puesto en juego y su importancia en lo que queda de campeonato fue quizá lo único destacabale en un partido malo y en el que, mucho más que los aciertos, fueron los errores de uno y otro los que marcaron la trayectoria del marcador.

Pablo Berasaluze fue el único que escapó a esta plaga de errores, con una hoja de servicios en la que solo presentó una pelota franca marrada y una falta de saque por pasa.

Saques al ancho

Al margen de las dos derrotas que los líderes habían cosechado previamente ante Bengoetxea VI-Beroiz -la primera por la mínima y la segunda sin el de Ibero y con Julen Retegi en su lugar- el de ayer fue el primer partido en el que la pareja de Aspe se mostró vulnerable y mostró algunas costuras.

Algunos otros ya lo habían probado en alguna jornada pretérita, pero Pablo Berasaluze sacó ayer a relucir una de las aristas que los navarros deben y pueden pulir en dos semanas con dos partidos en los que no hay nada en juego; los saques al ancho. El de Berriz trató de sorprender ya desde el segundo saque y, de los cuatro primeros tantos de los colorados, tres llegaron de esta forma, con el de Etxarren mandando fuera pelotas sin aparente peso.

Pero no fue este el único lunar de los de Aspe, ya que tampoco Martínez de Irujo estuvo para nada acertado. Lejos, muy lejos del partido incisivo de la semana pasada ante Olaizola II-Zabala, el de Ibero no vio los huecos por los que hacer daño a un Berasaluze al que le jugó demasiado en corto.

Sin embargo, el desarrollo del partido volvió a estar irremediablemente marcado por los excesivos errores de Jon Ander Albisu. En el mano a mano entre dos de los zagueros llamados a marcar el futuro de esta modalidad a medio plazo, a José Javier Zabaleta se le vio quizá con algo menos de chispa que al comienzo de este Parejas, pero por contra, salvo ese lunar de los saques -Pablo Berasaluze dejó de hacerlo tras meterle cuatro- se mantuvo bastante más sólido, con solo otros tres errores.

El debe del zaguero guipuzcoano fue mucho más extenso, con hasta 13 pelotas falladas, muchas de ellas sin complicación aparente, y otras muchas por querer soltarle a todas las pelotas, incluso a esas a las que ya es suficiente con ponerlas en el verde del frontis.

Con Martínez de Irujo inusualmente poco resolutivo, los fallos del ataundarra fueron el principal sustento de los de Aspe para seguir metidos hasta el final, al que ambas parejas se presentaron empatadas a 19. Con 21-20, otra pelota se le escapó al ancho a Albisu, pero entró y les permite seguir creyendo.