CRíTICA Teatro
Un paso adelante
Carlos GIL
Teatro social. Un concepto que va siendo una necesidad. Hasta puede considerarse una urgencia. Un teatro conectado con la realidad, que la convierta en emociones, en testimonio, documento y arte. Una mirada a la vida de dos personajes que pueden ser tan reconocibles que nos duelen, pero que se presentan ante nosotros para explorar nuestra capacidad de aceptación de la realidad sin actuar de manera directa. Acción. Esa es la palabra clave. Un teatro de acción.
Le han dado el nombre genérico de «Recortes» a estas dos piezas breves de autores escoceses que se colocan ante dos casos muy duros en donde los recortes en sanidad, en ayudas a la dependencia, se convierten en alegatos y en fuente de rabia. La madre que debe ir a una residencia diariamente para ver a su hija con una gran discapacidad síquica de nacimiento, que tras contaros toda la peripecia personal, por el dolor que le causaba a su hija quedarse sola tras verla, empezó a disfrazarse de payaso, y acabo yendo cada día, no solamente a dar motivaciones, colaboración afectiva, sonrisa, y cariño a su hija, sino a todo el hospital, Un texto dulce, que amarga, de una profundidad conmovedora, y con una brillante interpretación de Nuria Gallardo.
El otro caso es la de un enfermo psíquico que acude de noche a la casa de su médica en un Centro social, para reclamarle que no les deje solos, que ella iba tres días por semana y era su única esperanza, lo que esperaba para sobrevivir y que los recortes lo iban a dejar en un único día, dos horas y en otro centro. Un caso cotidiano, que en esta ocasión requiere de la participación del público, precisamente por los recortes presupuestarios se solicita que diálogos de la doctora, los diga el público porque aparecen en una pantalla. Al principio se toma como un juego, y todos participan, pero cuando se ven diciendo el discurso justificativo de los recortes, las evasivas, las palabras huecas, se van callando muchas voces. Frente a ellos Alberto San Juan, en un trabajo medido, con mucha verdad.
Dos textos breves, redondos, magníficos, unidos en una sesión, con un equipo actoral y de dirección de primer orden, para demostrar que el teatro está vivo, que no necesita de mucha producción, sino una disposición a colocar su punto de vista con la realidad, para abrir el debate y recibir la complicidad. Yo sentí este espectáculo como un paso adelante de todos. Un alivio esperanzador.
Obras: Frágil y Reflectante.
Autores: David Greig, Clara Brennan
Interpretes: Nuria Gallardo, Alberto San Juan.
Vestuario: Elisa Sanz.
Iluminación: The Blue Stage Familly
Dirección: Mariano Barroso
Producción: Kasbah, Produccions Off