El sorprendente cierre de Google Reader forma parte de la estratégica «Limpieza de primavera» que anunció Larry Page, el cofundador de Google y nuevo responsable del emporio, tras señalar que algunos de los servicios que hasta ahora incluía la compañía en su catálogo ya han cumplido con su cometido. La empresa de Mountain View clausuró Google Desktop, Google Flu Vaccine Finder, Google Wave y Google Related. Sentenciados estos servicios, esta auténtica criba ha contado con una nueva prolongación, lo que ha marcado el destino de cinco nuevos servicios; Google Mini, Google Talk Chatback, Symbian Search App, iGoogle y Google Video.

Cuando todo parecía indicar que la anunciada «limpieza» había acabado, los ingenieros de Google han fijado la hora señalada de su popular servicio, Google Reader. Solo dos días después de conocer la noticia, la comunidad internauta se ha movilizado y ha exigido a Google que prolongué la existencia de Google Reader ,cuya fecha de cierre es el 1 de julio. Para tal fin, se están recogiendo firmas a través Change.org y Tumbrl siguiendo las pautas de un mensaje que cuestiona la política de Google: «Nuestra confianza en los demás productos de Google requiere que confiemos en que ustedes respetarán cómo y por qué los usamos. Habría que tener en cuenta que usamos sus servicios porque los amamos, porque hacen mejores nuestras vidas, y porque confiamos en que no los destruirán».

Además de plantear varias cuestiones -¿Cuánto dependemos de servicios impuestos por una compañía? ¿Qué hacer ante su cierre?-, la clausura de Google Reader incluye otros daños colaterales. Por ejemplo, el cierre de un servicio dependiente como es el caso de FeedDemon.