FORO SOCIAL POR EL PROCESO DE PAZ
Los expertos del Foro aportan ideas prácticas contra el bloqueo
Abogan por situar los derechos humanos en el centro del proceso desde el principio y alertan de que situar el desarme como cuestión inicial nunca ha funcionado. Seis protagonistas directos en casos como el irlandés o el sudafricano instan a perseverar y a buscar fórmulas imaginativas.
Ramón SOLA- Ion SALGADO | IRUÑEA
Enormemente densa resultó la primera jornada del Foro Social para impulsar el proceso de paz. Tres horas que aportaron una cascada de lecciones de procesos de resolución en otras partes del mundo y que, al contrario de lo que suele ocurrir otras veces, esta vez añadieron también propuestas concretas para avanzar en Euskal Herria. De ello se encargaron seis expertos internacionales. No ocultaron que conocen el bloqueo actual en el proceso, pero se mostraron seguros de que se seguirá avanzando y que el Gobierno español no podrá evitarlo con su inmovilismo.
Resultaba interesante calibrar cómo veían estos expertos la situación actual. El finlandés Aaro Suonio, agente destacado en el proceso irlandés, utilizó un símil alentador: «En el País Vasco hay muchos submarinistas, así que sabrán que cuando uno está en el fondo no puede subir a la superficie muy rápido. Hay parones necesarios para la descomprensión, y creo que este es uno de ellos». Lo dijo tras admitir que el hecho de que no haya avances visibles desde Aiete y la decisión de ETA, hace ya 17 meses, puede crear frustración. Brian Currin, que intervino en el arranque, dijo incluso que cabe hablar de «momento crítico», pero apostilló que «si continúa este liderazgo excepcional y se implica a la comunidad internacional, se logrará el éxito».
Varias preguntas del público tras las dos mesas redondas realizadas en Iruñea se interesaban por cómo avanzar cuando una parte, el Estado español, no quiere. El sudafricano Roberto McBride dejó una respuesta impactante: «El PP ya está en el proceso, lo que pasa es que no lo sabe». Indicó que también en otros lugares ha habido reticencias iniciales que han terminado cayendo. Véronique Dudouet, de la Fundación Berghof -una de las implicadas en la Conferencia de Aiete-, aseguró acto seguido que «cuando no hay pasos bilaterales que progresan, la acción unilateral produce frutos al final». Y en este ámbito varios oradores citaron una misma palabra: creatividad, para lograr fórmulas nuevas.
Y es que, por encima de sus diagnósticos personales, el Foro Social aspira a recoger y refundir propuestas claras que concreten la hoja de ruta de Aiete. Las hubo, desde la experiencia amplia de cada cual. Por ejemplo en la segunda mesa redonda, que tenía como objetivo debatir sobre cómo lograr la garantía de los derechos humanos en un proceso de resolución. Esto fue lo que plantearon Christine Bell, experta en el caso irlandés; Priscilla Hayner, fundadora del Centro Internacional para la Justicia Transicional; y Mark Freeman, abogado que ha intervenido en Argelia, Bosnia, Colombia, El Salvador, Sri Lanka, Túnez...
Christine Bell: «A veces es más difícil resolver el `conflicto sobre el conflicto'»
Bell afirmó que en Euskal Herria no se puede hablar estrictamente de proceso de paz en la medida en que el Gobierno español evita implicarse: «Obviamente estamos en una fase de prenegociación muy difícil y muy larga». Sin embargo, repasó fechas de los procesos sudafricano e irlandés para reflejar que allí también costó varios años derribar barreras.
A partir de ahí, Bell puso énfasis en que la clave estriba en los derechos humanos y que estos tienen que incorporarse desde la fase inicial de cualquier proceso, la de `las conversaciones sobre las conversaciones', antes de que se produzca cualquier acuerdo y su desarrollo, «que en realidad supone otra nueva renegociación». Sugirió por ello elaborar una agenda o lista de derechos a garantizar, y recordó que habitualmente también son precisas reformas posteriores en las leyes, la Justicia y los cuerpos policiales.
En esta mesa redonda, que sucedió a una inicial sobre el desarme [ver página 4], se habló mucho de la conveniencia o no de una Comisión de la Verdad. Bell fue interpelada por el público para que explicara por qué no la ha habido en Irlanda. Su respuesta fue muy interesante: «Nuestro acuerdo está basado en nuestro desacuerdo, en no abandonar nuestras narrativas sobre el conflicto. Es una solución paliativa, un parche, pero ya sabemos que muchas veces lo perfecto es enemigo de lo bueno. Esto no es perfecto, pero sí es bueno, mejor que lo que había antes».
Abundando en ello, esta profesora irlandesa remarcó que muchas veces «en realidad tenemos dos conflictos: el conflicto en sí y el `conflicto sobre el conflicto', es decir, la discusión sobre qué es el conflicto. A veces es más difícil ponerse de acuerdo en el `conflicto sobre el conflicto' que en el conflicto en sí». Detalló que esto ha sido realidad en Irlanda y que también se lo han comentado en Palestina, y quien más quien menos pudo pensar que Euskal Herria no se libra de este riesgo dada la batalla abierto sobre el «relato».
Priscilla Hayner: «Hay que ser flexibles en el calendario, no acelerarnos»
Priscilla Hayner disertó sobre el valor de la Justicia transicional y sobre cómo «reintegrar a las personas presas», un tema que se abordará de modo específico hoy en Bilbo. Acerca de esto último, afirmó que «normalmente no se permiten amnistías amplias, pero siempre hay posibilidades creativas». Más tarde aludió a que en varias partes del mundo se han logrado fórmulas de reducciones de condenas que han resultado eficaces.
Se detuvo también en las Comisiones de la Verdad, una fórmula que recordó que se ha desarrollado en unas 40 partes del mundo en estas décadas pero en las que ve resultados desiguales. Citó Mozambique para reflejar que en algunos sitios nadie la quiso: «No la necesitaban porque tenían otros procedimientos locales para afrontar ese trauma del pasado y reintegrar a los combatientes». Al final, este es el objetivo, y la Comisión de la Verdad solo supone un camino posible para llegar ahí.
Concluyó con cuatro principios que cree básicos para llegar a cualquier resolución, también en Euskal Herria: «Basar cualquier política en conversaciones amplias»; «encontrar un modelo específico, propio, adecuado al contexto»; «ser flexible en el calendario, no acelerarnos porque objetivos como la reconciliación tardan mucho, aunque tampoco es bueno retrasar el inicio»; y «ser inclusivos siempre, también en los aspectos materiales. Por ejemplo, si se crea una Comisión de la Verdad, hay que tener claro cómo incluir las experiencias de todos y cuánto tiempo hay que retroceder en el pasado. ¿Podemos entender el presente sin retroceder décadas? En el caso vasco, ¿los años del franquismo deben ser analizados también?», preguntó a la concurrencia.
Mark Freeman: «Hace falta una narrativa nueva basada en los derechos humanos»
El abogado Mark Freeman tiene experiencia en conflictos de casi todo el mundo, lo que le permitió empezar saludando la situación creada en Euskal Herria desde 2011. «La condición preliminar siempre es mejorar la seguridad y las libertades públicas, y eso lo favorece la decisión de ETA. Luego, lo siguiente es un acuerdo de principios mínimos sobre la no-violencia».
Derechos humanos fueron las dos palabras que guiaron toda su intervención. «No solo hay que pensar en superar las vulneraciones del pasado, sino en crear las condiciones del futuro», dijo. Abogó por hacer una ampliación a tope de estos derechos, y en crear una narrativa nueva basada en ellos.
Para conseguirlo en Euskal Herria, planteó empezar por elaborar «un mapa o esquema de las narrativas que están impidiendo la convivencia».
Tras haber viajado por todo el mundo, a modo de modelo Mark Freeman escogió uno inesperado: Alemania. «Tras el Holocausto hubo una aceptación de la responsabilidad, con todo tipo de recursos: juicios, investigaciones, educación, debates, arte, cine... Me parece que es un ejemplo exitoso».
La organización del Foro Social dejó muy claro que la iniciativa no se agota en estas dos sesiones, sino que este es solo el inicio. La siguiente fase será refundir las ideas lanzadas ayer con las aportaciones de ciudadanía y agentes.
El Foro Social para impulsar el proceso de paz, puesto en marcha por Lokarri y Bake Bidea junto a otras organizaciones, nace para impulsar una situación bloqueada a partir de ideas concretas. «Hay temas en los que no hay avances o son escasos, y pensamos que el impulso ciudadano puede ser importante para buscar nuevas ideas o nuevas soluciones», resumió antes de dar comienzo a las sesiones Paul Ríos, de Lokarri. Para ello han contado con esta colaboración internacional de primer nivel, pero además cada uno de los agentes implicados en la iniciativa, de todo tipo, trasladará sus propuestas concretas. Con todo ello se elaborarán unas conclusiones detalladas, a modo de propuestas, que estarán listas seguramente a la vuelta de Semana Santa.
En la sala hubo representantes de varios partidos, sindicatos y agentes sociales, aunque también ausencias llamativas como la del PSE, además de la del PP. Por citar algunos nombres, se pudo ver a la portavoz de EH Bildu en el Parlamento de Gasteiz, Laura Mintegi, al presidente de Napar Buru Batzar (NBB), Manu Ayerdi, al diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y a la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, entre otros. Como habían anunciado, también acudieron mediadores de Euskal Preso Politikoen Kolektiboa (EPPK), que harán también su aportación a este Foro Social.
Ríos destacó la colaboración de los expertos internacionales, que hoy cambiarán la capital navarra por Bilbo. Explicó que es importante escuchar el testimonio de personas que han trabajado en la resolución de otros conflictos políticos, como puede ser el vivido durante décadas entre unionistas y republicanos en el norte de Irlanda.
Además, subrayó la labor de los agentes sociales y de la ciudadanía vasca, dado que este Foro ha logrado más de 600 inscripciones. Los expertos internacionales lo citaron también como una señal positiva, en la medida en que demuestra que quienes se oponen al proceso no logran detenerlo.
Los representantes de Lokarri y Bake Bidea también mostraron su satisfacción por la acogida del foro. «El aforo esta completo, esto demuestra que una parte importante de la sociedad quiere implicarse y participar», destacaron.
Por lo que respecta a las aportaciones, en la presentación se indicó que ya se han superado las 500, de todo tipo. Los promotores del Foro habían difundido un cuestionario concreto reclamando ideas y propuestas para desbloquear las cuatro grandes áreas en que se resume esta cita: desarme y derechos humanos, que fueron debatidas ayer en Iruñea, y reintegración de presos y huidos y afrontar el pasado, a discusión hoy en Bilbo.