FORO SOCIAL POR EL PROCESO DE PAZ | AARO SUONIO, miembro LA COMISIÓN DE desarme en el norte de irlanda
«La exigencia de las armas antes de negociar es visto como una rendición»
Finlandés, es asesor especial en Gestión de Crisis y Seguridad Internacional ypertenece a la organización Mediación International & Servicios de Arbitraje (IMAS). Fue también asesor para la Comisión Internacional Independiente de Desarme (1997-2011), sobre lo que disertó ayer en Iruñea. En 2006, fue galardonado con una mención de honor por la labor realizada en este proceso.
Hablemos primero de Irlanda, donde usted fue protagonista. El desarme del IRA se produjo en 2005, siete años después de los acuerdos de paz. ¿Por qué no antes? ¿Cree que el IRA esperó a ver si los acuerdos se materializaban?
Es una pregunta realmente difícil. Al principio, el Gobierno británico puso el desarme como condición previa a cualquier diálogo de paz. Pero ello no ayudó. Yo no soy un político, sino un profesional, y hablo bajo ese prisma. Muchos aspectos del desarme se siguen guardando bajo secreto y no es necesario entrar en detalles.
Es evidente que no hubiera habido un diálogo si la cuestión del desarme no entraba en la agenda. Por esa razón, los gobiernos británico e irlandés invitaron a personalidades internacionales como el exsenador estadounidense George Mitchell, que en su informe propuso el establecimiento de un órgano separado que abordara la cuestión del desmantelamiento. Esa fue la vía por la que se logró el inicio de las conversaciones. De plantearse como una condición previa, el desarme pasó a ser una parte más de la agenda.
El de Irlanda es un conflicto en el que no hubo ni vencedores ni vencidos. La exigencia de la entrega de armas antes de que se produzca una negociación inclusiva es visto como una petición de rendición. Y se supone que hablamos de entablar una negociación para lograr una declaración política, no de victorias y derrotas. Obviamente, a lo largo de los años, la violencia siempre genera muchas víctimas y desconfianza. Cuando la gente se radicaliza hasta el punto de tomar las armas por motivos políticos, no resulta fácil hacer un giro rápido a la situación anterior.
La gente debe ser consciente de que los procesos políticos son lentos, porque no se trata solo de la entrega de armas, sino de cómo transformar el conflicto, que engloba muchos aspectos. En la construcción de esa confianza, Londres hizo un movimiento importante excarcelando a los presos. A eso le llamamos asumir riesgos, porque no se trató de una decisión popular, sobre todo de cara a las familias de las personas que sufrieron la violencia. Pero representó una oportunidad para quienes habían empuñado las armas.
¿Es realista reclamar que en el caso vasco el desarme de ETA sea anterior a los acuerdos?
Es una situación similar a la que había en el norte de Irlanda cuando el desarme se planteaba como una condición previa. Pero aquella postura no funcionó. ¿Cuál fue entonces la fórmula válida? Un proceso de negociación inclusivo. La apertura de una negociación te brinda la oportunidad de poder alcanzar un acuerdo político en el que esté incluido el desarme. Si observas otras experiencias además de la irlandesa, este desarme raramente se produce antes, sino que es producto de un proceso político.
¿Los procesos de desarme son básicamente una cuestión de confianza?
En los inicios no suele haber espacios de confianza; estos se van construyendo de diferentes maneras. En Irlanda, una de las fórmulas para hacerlo fue acudir a facilitadores internacionales para que negociaran y consultaran a todas las partes implicadas; paramilitares, gobiernos y presos políticos. Otra vía fue invitar a personalidades internacionales a verificar que el IRA no había hecho uso del armamento del que disponía. Esta tarea se realizó en secreto y sin que aún hubiera un desarme.