OCHO MESES DESPUÉS DE LA SUBIDA DEL 8% AL 21%+
IVA: una pesada carga para muchos negocios
Descuentos, bonos-oferta, promociones low-cost... Son algunas de las fórmulas ensayadas por peluquerías, gimnasios y servicios funerarios tras la subida de trece puntos del IVA. «El trabajo se ha reducido a la mitad y los pagos se han triplicado», resumen.
Ion SALGADO
El pasado mes de setiembre entró en vigor la última subida del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Una polémica medida, adoptada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy vía Real Decreto-Ley, que puso contra la espada y la pared a la industria cultural. Sin embargo, el cine, el teatro y la música no fueron las únicas víctimas de la citada reforma fiscal, también afectó a gimnasios, peluquerías, floristerías y funerarias. Todos ellos se han visto obligados a dejar de aplicar el tipo reducido (8%) para comenzar a gravar sus bienes y sus servicios con el tipo general (21%). Un incremento de 13 puntos difícil de asumir para las autónomos y para las pyme de Hego Euskal Herria, que en mayo afrontarán el segundo pago trimestral.
Estas empresas, que tratan de sobrevivir a la crisis económica con ofertas y rebajas excepcionales, han visto cómo la nueva carga impositiva, fijada por el Ministerio de Hacienda español, agravaba su maltrecha situación financiera, disparando los precios, frenando el consumo y multiplicando el importe de dicho tributo indirecto. Esto ha traído consigo una caída de los ingresos y un aumento del gasto. Una fórmula insostenible derivada de una medida insuficiente a los ojos de la Comisión Europea, que reclama una nueva subida del IVA al PP. Tal y como figura en el segundo informe de evaluación del rescate al sector bancario español, publicado por Bruselas el pasado mes de marzo, «todavía hay margen para limitar la aplicación de diferentes tipos de IVA reducido y para aumentar los impuestos medioambientales, especialmente los carburantes».
«Los pagos se han triplicado»
Lejos de las instituciones comunitarias, en una pequeña peluquería de Gasteiz se encuentra María José Ortiz de Zarate. Ella, como otras profesionales, ha padecido en primera persona la subida del IVA. Junto a la puerta de su establecimiento, situado en el barrio de Arana, narra los problemas derivados del aumento. «El pago del IVA nos ha hundido en la miseria, porque ha sido tres veces más de lo que pagábamos antes», relata sin ocultar su enfado. «El trabajo se ha reducido a la mitad y los pagos se han triplicado», añade mientras recuerda cómo recibió el primer pago trimestral. «Me disguste mucho cuando me llegó el pago de enero. Entonces vi la cruel realidad y vi realmente lo que me ha supuesto el aumento del IVA. En mayo tenemos el segundo pago y será lo mismo que el anterior».
En cuanto a la repercusión económica de la subida del IVA, Ortiz de Zarate sostiene que desde setiembre «se ha notado muchísimo». Según explica, el incrementó del precio, derivado del aumento del impuesto, ha hecho que el número de clientes haya caído en picado. «La gente tarda mucho más en venir, viene menos y se hacen menos trabajos», afirma la responsable de la peluquería Udaberri, que admite que en los primeros meses trató de absorber ella el impacto de la subida.«Al principio mantuvimos el precio pero ya vimos que no se podía, que había que subirlo. Y en diciembre lo subimos porque ya no podíamos aguantar», señala. Al fin y al cabo, como ella misma destaca, los pequeños comerciantes no tienen porqué pagar una tasa fijada por el Gobierno español a los consumidores. «Yo he subido lo que me han subido a mí, no he subido nada más. Ni el IPC ni nada, solamente he aplicado a los precios la subida del IVA», afirma.
Aparte de los servicios propios de una peluquería, el incremento del impuesto también ha limitado la venta de productos cosméticos. «No se vende nada. Ni aunque lo pongas barato ni aunque lo pongas caro. Es igual. Aunque hagas ofertas no hay manera de animar el asunto», lamenta. A este respecto, subraya que durante los últimos meses han sacado varias ofertas para reactivar el negocio y cita unos bonos de color para las clientas, «para que pudiesen venir cuatro veces seguidas y les hacíamos un descuento. Hemos hecho bonos de masajes, bonos para dárselos a las clientas y que estas se lo den a sus amigas... Hemos hecho de todo, pero aún así no hemos conseguido nada, porque no viene gente nueva».
«Solo vienen las clientas y con las rebajas al final pierdes dinero. Pierdes porque estás haciendo una oferta para atraer a la gente y te vienen cuatro, y con cuatro no resulta rentable. Además, todo el mundo está haciendo ofertas, porque todos estamos igual», admite antes de lanzar una reflexión final: «Nos han machacado y ahora estamos aguantando».
«Hemos fraccionado el pago»
La situación del Gimnasio Gasteiz Sport, situado en la calle Andalucía, no es mucho mejor. Laura Martínez, socia administradora del centro, reconoce que la subida del IVA les ha obligado a bajar los precios, ya que han divido el incremento del impuesto entre la empresa y los clientes. «Del 13% hemos repercutido un 7% al cliente y hemos tenido que bajar el precio un 6% para poder continuar. Sino era demasiada subida», comenta. A su vez, matiza que los usuarios no han notado en exceso la subida del IVA porque han sido los propietarios quienes se han «comido» la incremento anual del IPC.
En referencia al último pago trimestral, Martínez, que reconoce que con la crisis han perdido clientes, destaca el «susto» que se llevó cuando tuvo que ajustar cuentas con Hacienda el pasado mes de enero. «Nunca lo habíamos hecho, pero esta vez fraccionamos el pago», afirma sin ocultar sus recelos sobre el devenir de la empresa. «Cuando hagamos el balance anual, ya con el nuevo IVA, veremos cómo estamos. Pero lo cierto es que estamos muy justos. Hasta ahora estábamos sobrellevando la crisis, pero este año creo que tendremos perdidas. ¿Qué las podamos sobrellevar y seguir adelante...? Pues esperemos que sí».
Para poder seguir adelante, al igual que la responsable de la peluquería Udaberri, los administradores del Gimnasio Gasteiz Sport han puesto en marcha una serie de medidas destinadas a incrementar el número de socios. Diferentes campañas, marcadas por los descuentos, que han adquirido un protagonismo especial en el tiempo. «Hay meses especiales, en los que no es necesario abonar la matrícula. Antes hacías eso una vez al año, pero en la actualidad ya lo hemos hecho varías veces», detalla.
Pese a que estas acciones tiene por objeto captar nuevos socios y dejar a un lado los problemas relacionados con el incremento del IVA, Martínez admite que este tipo de campañas puede resultar contraproducente. A su parecer, los usuarios que se acogen a estas ofertas «suelen durar muy poco. El socio que paga una matrícula suele permanecer más tiempo, porque lo tiene mucho más pensado. El que no paga matrícula desaparece muy fácil».
De cara al futuro, sostiene que es una «incógnita cómo va a estar la situación. Nosotros queremos creer que va a mejorar, pero eso es mucho decir. Ves los telediarios y se te cae el mundo a los pies. Te dicen que va a haber nuevos recortes y que se van a tomar nuevas medidas. Y si recortan afecta a la gente y repercute sobre nosotros. Hasta ahora estábamos librando la crisis y nos íbamos manteniendo, pero sabemos que en Vitoria ha cerrado algún que otro gimnasio».
«La cosa está como muerta»
Esta perspectiva negativa es compartida por Eduardo Chasco, gerente de la Funeraria Vitoria-Gasteiz, que no descarta que el PP acepte la recomendación europea y aplique una nueva subida en el IVA. «No creo que esto vaya a mejorar a corto plazo. Igual es porque estamos rodeados de mucho pesimismo. La ciudad está como muerta. La gente va con la cartera amarrada», señala en alusión al consumo. La funeraria no es ajena a esta situación, ya que la subida del IVA, que ha hecho que las familias de los difuntos traten de minimizar los gastos, ha perjudicado a un sector que antes pagaba el 18% por unas mercancías que luego vendía al 8%. «Con la subida, como el IVA que recaudamos es superior, nos toca pagar», señala.
«Ahora no se gasta. Tenemos cajas de hasta 5.000 euros, pero vender una de 2.000 es misión imposible», reconoce. Asimismo, sostiene que ellos no han tocado los precios, solo han subido el IVA que se les aplica. «Antes, en una factura de 2.500 euros el IVA rondaba los 300 euros, y ahora se ha duplicado, y alcanza los 600 o 700 euros», relata antes de presentar una idea basada en el low-cost. «No lo hemos puesto en funcionamiento, pero si que lo hemos barajado. Se trata de un low-cost destinado a cubrir los costes. Se cubre lo básico y se acabó. Sin velatorio y sin extras. Recogemos al fallecido en el hospital, lo metemos en un féretro y lo incineramos. Es una opción que hemos barajado, pero sería la última opción que ofertaríamos a las familias», concluye.