Lagun Aro GBC tiene nueva prueba de supervivencia este mediodía. Los pupilos de Sito Alonso se enfrentan a un Cajasol tan necesitado como el conjunto donostiarra, pero que suma dos victorias más y que en la primera vuelta se impuso a los guipuzcoanos por 16 puntos de renta, gracias a un gran partido del checo Satoransky.

«Yo no veo ningún partido que no tenga que ganar. Mi respuesta la puede esperar todo el mundo, y es que confío al cien por cien en la gente», reconocía en la previa a este duelo Sito Alonso. El preparador de Monzón añadía que «confío en su capacidad de dar patadas a los obstáculos que se le pongan delante y que intentamos resolver durante la semana».

Gipuzkoa Basket se ha impuesto en cuatro de sus últimos seis partidos como local, lo cual supone una suerte de garantía de competitividad de unos donostiarras que, más que nunca, se hallan en la necesidad de no fallar. Remontar el 73-57 de San Pablo se antoja casi imposible, pero sumar otra derrota a su zurrón, lo que equivaldría a tener una desventaja de tres victorias y el average respecto al cuadro hispalense, sería un lujo que a día de hoy no se puede permitir. Menos aún tras la victoria del Fuenlabrada por 70-74 en la cancha del Estudiantes.

Reencuentros

Este partido entre donostiarras y sevillanos revive además unos reencuentros entre viejos conocidos. Quizá el más emocionante será el que protagonicen los entrenadores Aíto García Reneses y Sito Alonso. La pareja de entrenadores formó un tándem inolvidable del Joventut del «R&R», capaz de ganar la Copa y la ULEB Cup en 2008 y de poner en jaque a toda la élite del baloncesto en Europa.

Obviamente, el de Monzón siempre ha reivindicado su estilo propio y así lo ha desarrollado, hasta el punto de ser nombrado Entrenador del Año por la Asociación Española de Entrenadores de Baloncesto -AEEB- la pasada temporada. Sin embargo, pese a las inequívocas diferencias, Alonso no puede negar que ha adoptado muchas cosas de su «padrino», amén de que ambos han confesado desde siempre una profunda amistad y se profesan respeto mutuo.

Otro de los reencuentros será el de Guillem Rubio con el Cajasol. Después de salir de Unicaja por la puerta falsa, el ala-pívot manresano siguió su camino en las filas hispalenses, tratando de recuperar el brillo perdido desde que abandonara el Nou Congost. Se puede decir que no tuvo una experiencia muy buena, en la que aportó poco más que destellos de calidad.

Y un tercer reencuentro que tiene ecos de la recién terminada Eurocup: los de Aíto García Reneses disputaron la segunda competición continental después de la renuncia obligada de los donostiarras, tras el conocido recorte de ayudas públicas.

Sobre el Cajasol, su gran novedad para este mediodía será la presencia en la expedición del ala-pívot estadounidense Latavious Williams, quien se encuentra ya en el tramo final de la recuperación de su lesión y por ello aún no jugará pero sí viaja con el grupo para entrar en la dinámica. Williams debió parar por sufrir un edema óseo en su rodilla izquierda.