Para poder aspirar a la Liga de Campeones el primer requisito es asegurar cuanto antes una plaza en Europa y a la Real se le presenta hoy la posibilidad de asegurarse virtualmente una clasificación continental porque una victoria dejaría al Rayo Vallecano octavo a diez puntos y con el average a favor cuando solo quedarían 21 por jugar.

Los resultados de ayer fueron muy favorables para la Real y la victoria además permitiría dejar al quinto a cuatro puntos y con el average a favor. Pero para que una jornada sea completa para un equipo el primer requisito es lograr el triunfo porque una derrota acercaría al Rayo Vallecano a solo cuatro puntos.

Para seguir la racha positiva Montanier podrá contar con todos los jugadores tocados menos Pardo, que se quedó en Donostia porque continúa con molestias en la región posterior del muslo derecho. Su baja se sumó a la de Zurutuza, y Estrada y José Ángel fueron los dos descartados por decisión técnica.

Pivotes para el banquillo

El técnico normando prefirió convocar a Cadamuro para cubrir los dos laterales y reforzar la zona central con la presencia de Javi Ros y Elustondo, que no entraba en una convocatoria desde el 2 de febrero, para cubrir las bajas de Pardo y Zurutuza y como alternativas a Illarra y Xabi Prieto si se resienten de los problemas que han arrastrado durante toda la semana.

Chory Castro también volvió a una convocatoria, aunque lo normal es que se quede en el banquillo y que Montanier presente el mismo once que ganó al Málaga con la única variación obligada de la entrada de Xabi Prieto en lugar de Zurutuza.

También se espera que el Rayo repita la misma alineación que venció en Balaídos tras conocerse una convocatoria en la que no entraron los exrealistas Labaka y Tamudo, recién salidos de sus respectivas lesiones.

Se espera que el equipo vallecano presente un partido muy ofensivo dentro de su línea de jugársela al todo o nada. Es un equipo que solo ha empatado dos de los treinta partidos disputados y ese tipo de planteamientos abiertos benefician a la Real, aunque Montanier pidió a sus jugadores antes de viajar a Madrid cabeza para que el partido no sea como el del Betis.

Será difícil tener la cabeza fría por el ambiente que se va a vivir en las gradas. Se espera que alrededor de 2.000 aficionados blanquiazules se desplacen a Vallecas a ayudar a su equipo a romper con el maleficio que le persigue en ese campo.

La Real no gana en Vallecas desde el 0-3 de la temporada 89-90 y en sus últimas diez visitas únicamente ha sumado dos empates en dos temporadas inolvidables como fueron la del último subcampeonato (0-0, 2002-03) y la del último ascenso a Primera (3-3, 2009-10).