En «Generación perdida», de John Byrum, el reparto era perfecto, porque Nick Nolte daba la talla endurecida de Neal Cassady, lo mismo que John Heard era un creíble Jack Kerouac y, por último, Sissy Spacek estaba memorable como Carolyn Kerouac. En «On the Road», ya de entrada falla el casting, formado por actores y actrices de moda que no representan la manera de ser de la generación beat, ni siquiera en lo físico, ya que muestran un aspecto mucho más sobreprotegido y vulnerable, nada que ver con aquellos precoces aventureros ansiosos de libertad.

Es imposible pensar en la Kristen Stewart de «Crepúsculo» como una posible LuAnne Henderson, de igual modo que Sam Riley y Garrett Hedlund resultan demasiado pusilánimes para representar a Jack Kerouak y Neal Cassady, ni siquiera bajo sus nombres de ficción o alter egos. Tampoco los secundarios, teniendo en cuenta su importancia, adquieren la dimensión que les correspondió históricamente, y así Viggo Mortensen queda desdibujado como Burroughs y no digamos ya Tom Sturridge como Ginsberg. Solo se acerca al perfil original Kirsten Dunst haciendo de Carolyn Cassady.

Francis Ford Coppola tenía los derechos de la novela hace mucho tiempo, para finalmente fichar a Walter Salles, después de ver «Diarios de motocicleta», como el director ideal. Habrá que pensar, por lo tanto, que lo que falla es la producción, ya que no se pueden comparar la película de carretera sobre el joven Che Guevara con esta otra, mucho menos auténtica.