Alvaro Reizabal Abogado
Los niños del PP
Han pasado cinco años y los padres de la niña están en el paro, con la prestación agotada y cobrando, de momento, el subsidio de cuatrocientos y pico eurosEn el principio era el verbo y el verbo era el niño del que se apiadaba Rajoy en un mitin, porque le iban a subir el IVA de «los chuches». Unos cabrones los sociatas que iban a acabar con la ilusión del pobre niño a base de grabarle los chuches de marras con el 18%. Después, el registrador cambió de registro y el niño pasó a ser niña, a la que dio en llamarse la «Niña de Rajoy». Era la niña de sus ojos y vio la luz pública en un debate televisado con Zapatero. Rajoy ponía broche de oro a su intervención con un alegato demagógico y lacrimógeno a la vez. Hablaba de su programa y de esas niñas por las que estaba dispuesto a luchar. El prototipo que nacería y crecería en España de ser elegido presidente. Una niña que tuviera una familia, unos padres con trabajo, una vivienda digna que él ayudaría a conseguir, y la mejor educación en tolerancia, libertad y derechos humanos. Responsable, madura, orgullosa de ser española y capaz de andar por el mundo sin complejos porque hablaría idiomas. En dos palabra: un autentico Heraldo de Libertad. ¡Toma ya¡
Han pasado cinco años y los padres de la niña están en el paro, con la prestación agotada y cobrando, de momento, el subsidio de cuatrocientos y pico euros. Así que no pueden pagar la hipoteca, por lo que están a punto de perder la vivienda, no muy digna, pero la que habían conseguido comprar en un barrio dormitorio de las afueras a un precio astronómico. De la educación y los idiomas mejor no hablar porque con la tijera del PP se está yendo al garete y los padres de la niña no pueden mandarle a un colegio concertado de los de curas, frailes o monjas, para los que sí hay ayudas, pero son caros. Por si todo esto no fuera suficientemente amargo, el IVA de los chuches, que tanto preocupaba a Mariano cuando era candidato, se ha puesto en el 21%. Él no quería porque iba a bajar los impuestos, pero le han obligado entre Bruselas y la Merkel, que al principio parecía gustarse de él, pero fue un espejismo. Así que está la famosa niña que parece más que heraldo de libertad la celebérrima del Exorcista.
Con este panorama padres, hijos, niños, niñas y espíritus santos están hartos, y han empezado a mostrar su indignación en la calle. Quieren hacerse oír por los políticos que han llevado las cosas hasta este extremo. Como no les dejan acercarse a las sedes parlamentarias so pretexto de que coartan la libertad de los diputados, los indignados les buscan en sus domicilios, y es ahí en donde volvemos a encontrarnos con los famosos niños del PP. Primero fue González Pons; luego el portavoz Alonso y, por ultimo, la sin par creadora del concepto jurídico del siglo: la indemnización en diferido. Todos ponen como excusa para que no haya escraches ante sus domicilios a sus famosos niños, convirtiéndolos así en auténticos escudos humanos. Cospedal va más lejos y califica estos actos de fascismo y de nazismo, conceptos estos que tan bien conoce en primera persona. ¡Qué Dolores!