Adolfo Muñoz, Txiki, recordó ayer ante delegados sindicales de ELA la revolución de los claveles en Portugal contra la dictadura y llamó «a combatir a la dictadura económica».

La central sindical reunió a sus representantes en el frontón de la Esperanza de Bilbo para conmemorar el Día Mundial de la Seguridad y Salud laboral de este domingo 28 de abril. Tras un mitin, acudieron hasta la sede de Confebask en manifestación por la Gran Vía.

ELA criticó los recortes en salud laboral en los presupuestos oficiales y el desinterés de las empresas. Lamentó que se otorgue a las mutuas patronales el control de las bajas por contingencias comunes. Tras intervenir Leire Heredia, responsable de Salud Laboral de Bizkaia, y Leire Txakartegi, secretaria del sindicato en esta materia, y representantes de Konecta BTO y Tubacex, Muñoz aseguró que «hay una deshumanización terrible de las relaciones laborales y pidió no ceder en la lucha».

Además de los temas de salud laboral, recordó el aumento en la edad de jubilación y el retraso en el contrato de relevo. «Para tener una pensión tienes que trabajar 26,5 años de forma ininterrumpida. ¿Quién puede hacerlo en las circunstancias actuales?», se preguntó.

Ante todas las modificaciones laborales que se han producido, y el incremento de la edad de jubilación «por encima de los 67 años», Muñoz se preguntó «¿qué empresa va a tener a un trabajador con esa edad? Nos van a despedir».

El líder de ELA llamó a participar en la huelga general del 30 de mayo porque, según espetó al lehendakari Urkullu, «si no cambia de política, en 2014 también habrá más recortes».

Muñoz explicó que «la reconquista de lo que nos están quitando, que pone en duda el modelo social, sin lucha no va a ser posible. A la clase trabajadora no nos han dado nunca nada, lo hemos tenido que pelear».

Dijo que ELA quiere la unidad sindical para avanzar, pero recordó que CCOO y UGT «no han querido» a pesar de que «han visto que les han hecho saltar el acuerdo de pensiones que firmaron en 2011 y que respondimos con una huelga general., Tampoco han avanzado en acuerdos de negociación colectiva, porque la CEOE ha llamado a incumplirlos, porque con la reforma y la ultraactividad saben que pueden conseguirlo todo. El problema no es ELA, sino la patronal española y la patronal vasca, que es española».

Por último, explicó que espera que «Urkullu no consiga tres o cuatro décimas más de déficit a cambio de dar el visto bueno a la reforma de las pensiones».