Recargo del 40% al grupo empresarial Lointek por la muerte del trabajador Luis Torrado, de Sopela
Juanjo BASTERRA | BILBO
En 2010 tres trabajadores de Sopela perdieron la vida en sus empresas en otros tantos accidentes laborales. La familia de Luis Torrado, uno de los tres fallecidos, ha hecho pública la resolución judicial sobre las circunstancias de su muerte, dado que el grupo Lointek, para el que trabajaba en su planta de Urduliz, recurrió la decisión de la Seguridad Social sobre un recargo por la falta de medidas de prevención adecuadas, demostrada en el juicio con los informes de la Inspección de Trabajo y Osalan.
El Juzgado número 5 de Bilbo ha interpuesto un recargo en las prestaciones sociales del 40% contra la empresa, que tenía contratado como servicio de prevención a la compañía Malga Servicios Empresariales.
Una pieza de casi 2.000 kilos
Según relata la sentencia, el proceso de trabajo, cuando sucedió el accidente, «consistía en el montaje de una pieza denominada `mampara refrigeradora' destinada a instalarse en la caldera pirotubular». Dice que «el día del accidente la mampara refrigeradora se había izado mediante dos eslingas textiles de seis metros de longitud».
El trabajador, con la pieza suspendida, comenzó a realizar el trabajo que faltaba para terminar el montaje de la mampara: «colocar un tubo de una pulgada y repasar una soldadura en la unión de uno de los colectores de la mampara con la membrana de la misma». El encargado de Ingeniería y Técnicas de Montaje Lointek ordenó a Luis Torrado que «soldara el tubo que pesaba 1.829 kilogramos. Comenzó el trabajo y, en ese momento, se rompió la eslinga y cayó sobre el trabajador. Inspección de Trabajo y Osalan confirmaron las malas prácticas preventivas que dieron origen al accidente. «La efectividad de las medidas preventivas deberá prever la distracciones o imprudencias no temerarias de los trabajadores», recordó Osalan.
Riesgo no evaluado
Según la sentencia, el recargo del 40% está justificado porque «todas las prestaciones económicas que tengan su causa en accidente de trabajo o enfermedad profesional se aumentarán, según la gravedad, de un 30 a un 50% cuando la lesión se produzca por máquinas, artefactos en instalaciones o centros o lugares de trabajo que carezcan de los dispositivos de precaución reglamentarios, entre otros».
El juez explica que, aunque la compañía tenía un plan de prevención, «la identificación y la valoración de los riesgos a los que se encontraba expuesto estaban definidas «en términos vagos e, incluso, insuficientes, y lo cierto es que el riesgo que derivó en el fallecimiento del trabajador no estaba evaluado».
Municipio ejemplar
En relación al fallecimiento de los tres trabajadores de Sopela en 2010 y con motivo del Día Mundial de la Seguridad Laboral, el Ayuntamiento, presidido por Saioa Villanueva, de EH Bildu, decidió plantar tres árboles y colocar un monolito en memoria de las tres víctimas.
Este próximo domingo (12.30, plaza Jauregizar) el consistorio reivindicará «el derecho a un trabajo digno y seguro, reclamando de una vez por todas que se valore la vida de los trabajadores por encima del beneficio y de la productividad económica».