clausura del festival de cine de derechos humanos
Ángel Parra: «Mi madre militaba todo el día y en todas las causas»
La cantautora Violeta Parra (1917-1967), quien con un papel, un lápiz y una vieja guitarra recuperó la canción popular chilena, cobra vida a través de los recuerdos de su hijo Ángel Parra en «Violeta se fue a los cielos», película dirigida por Andrés Wood y que esta tarde clausura el Festival de Cine de Derechos Humanos de Donostia. Antes, su compatriota Patricio Guzmán, quien ofrecerá un coloquio junto a Paco Etxeberria, recibirá el premio del Festival.
Ane ARRUTI | DONOSTIA
«Mi madre no era una caricatura, en su vida cotidiana era una comunista convencida, aunque a lo mejor no es la palabra adecuada. Era solidaria, era enérgica, era disciplinada. Militaba todo el día y en todas las causas, la causa de la cultura, de la mujer, del amor y del humor», recordó ayer Ángel Parra a su madre Violeta Parra (1917-1967).
Ha tenido que pasar medio siglo para que el hijo de la máxima responsable de recuperar y enriquecer el patrimonio cultural chileno, la precursora de lo que en los 70 se llamaría la «nueva canción latinoamericana» y quien se quitó la vida a los 49 años, tuviera suficiente distancia para escribir la biografía de su madre a través de sus sueños y recuerdos. «A lo mejor no es verdad lo que digo, son recuerdos de mi infancia. Puede ser que yo los tergiverse», advirtió Parra. En 2006 publicaba el libro «Violeta se fue a los cielos», y ahora Andrés Wood, asesorado por Parra, lo lleva a la gran pantalla con el mismo título. La película, que recibió el Gran Premio del Jurado en Sundance en 2012, se proyectará hoy a las 20.00 en Victoria Eugenia, clausurando así la XI edición del Festival de Cine de Derechos Humanos.
En la película, cabe destacar la actuación de la actriz protagonista Francisca Gavilán, «insistí mucho en que fuera una actriz no popular y en que cantara», contó Ángel. «El trabajo con ella consistió tan solo en darle la vuelta a la guitarra, porque es zurda. El sueño de su vida desde niña era ser Violeta. Fue un impacto ver a esta mujer convertida en mi madre».
Violeta comenzó a tocar la guitarra a los nueve años y a los doce compuso sus primeras canciones. Tras trabajar en circos, bares o pequeñas salas, en 1953 emprende un viaje para rescatar las canciones folclóricas de su país. Además de recuperarlas, Parra compone con la guitarra, con el tambor, pinta cuadros, realiza bordados... En 1954 la invitan a Polonia y durante dos años recorre la Unión Soviética y Europa. En el Estado francés graba sus primeros discos.
Es en 1964 cuando consigue ser la primera artista latinoamericana que exhibe individualmente en el museo del Louvre de París, «para ella fue como llegar al paraíso», señaló ayer su hijo.
La Carpa de la Reina
En la película se puede apreciar el declive de la Carpa de la Reina, «la universidad de la música», que construyó en Santiago de Chile y donde todos los músicos tenían un espacio donde tocar, pero que poco a poco se convirtió en un lugar solitario de Violeta y sus hijos. Ángel explicó ayer que no sabe bien si la localización de la carpa «fue un error o lo hizo a propósito. Construyó una carpa, sabiendo que los inviernos en Chile son rudísimos y era un lugar muy lejano al centro».
Ese declive y el desamor parece ser que fueron los motivos que la llevaron a quitarse la vida con un disparo, decisión que su hijo valora con «mucho respeto». «Yo creo que mi madre estaba cansada. En un año podía vivir veinte años en experiencias, en amores, en trabajo, en hijos...».
Semanas antes de morir publicó el disco «Las últimas composiciones», con canciones como «Volver a los diecisiete», «Cantores que reflexionan» y «Gracias a la vida», tema que se convertió en himno contra el fascismo y fue versioneada por Mercedes Sosa, Joan Baez -«de manera horrible», según su hijo-, Luz Casal, incluso Shakira o U2. Oskorri, también homenajeó a la chilena con «Violetaren martxa», cantado en euskara.
Esta tarde, antes de la proyección dedicada a Violeta Parra, habrá ocasión de conocer a un Chile un poco más reciente, ya que, a las 16.30 se proyectarán los documentales «Chile, la memoria obstinada» y «Chile, una galaxia de problemas» de Patricio Guzmán. El director ofrecerá un coloquio junto con el forense vasco Paco Etxeberria, recién llegado del país latinoamericano tras participar en la investigación de la muerte del poeta Pablo Neruda. Guzmán recibirá después, a las 20.00, el premio de esta edición del Festival, que dará a conocer su palmarés hoy a las 11.00 de la mañana.
Ángel Parra subrayó que su madre, como Gabriela Mistral, Pablo Neruda o Salvador Allende, defendió valores que «la sociedad chilena debe retomar, porque se ha convertido en una vitrina del capitalismo, donde si enfermas, tienes que vender la casa para curarte».
La actriz protagonista «soñaba desde pequeña con ser Violeta Parra». Ángel Parra insistió en que fuera «una actriz no popular y que cantara». La música ha estado en manos del hijo de Ángel.