Aprovechando el día festivo, unos dos mil aficionados blanquiazules se acercaron ayer por la mañana a Zubieta para presenciar el primer entrenamiento de la semana de la Real. En un ambiente ilusionante y feliz, los jugadores sintieron el apoyo de la hinchada veterana, pero también de los más jóvenes.

Quien no pudo sentir ese aliento tan importante, y más en este momento de la temporada con la Champions a tiro, fue Asier Illarramendi. El futblista de Mutriku no se ejercitó con sus compañeros como consecuencia de «una rotura fibrilar grado I del músculo gemelo interno de su pierna derecha».

La lesión no parece ser grave, por lo que tampoco hay que descartar del todo al joven centrocampista para el próximo lunes. Eso sí, es posible que Philippe Montanier no le fuerce y le dé descanso en Getafe.

Illarramendi se perdió el derbi de hace dos jornadas ante Osasuna por acumulación de tarjetas por lo que, si no está en el Coliseum Alfonso Pérez, se habrá quedado fuera de la titularidad en dos de los tres últimos encuentros. Junto a Alberto de la Bella es el jugador más utilizado por el técnico normando.

Por su parte, Gorka Elustondo continuó con su recuperación, mientras que Diego Ifrán se retiró antes a causa de un proceso febril, según informó el servicio médico del club donostiarra.

Sorpresa en Zubieta

Fue tal la muchedumbre que se acumuló en las gradas, que hasta Iñigo Martínez admitió al término de la sesión que «nunca había visto tanta gente viendo el entrenamiento. Era lógico que hoy (por ayer), siendo fiesta, viniera gente a ver, pero nadie en el equipo se esperaba tanto».

El ondarroarra, autor de uno de los cuatro tantos ante el Valencia, también reconoció vivir un momento «muy especial y muy bonito», y más cuando el pasado domingo «en la entrada (de Anoeta) había tanta gente esperándonos y apoyándonos».

Otro de los goleadores del domingo, y máximo protagonista del encuentro, fue Imanol Agirretxe. El delantero recalcó que «sin duda que disfruté muchísimo. Los goles vinieron al final, pero hasta que marqué los goles también estaba disfrutando».

Además de indicar sentirse «contento con mi aportación», también señaló que «un futbolista trabaja duro para que lleguen momentos así. Estar en este tipo de partidos importantes y jugarlos, y que te salgan las cosas, es algo que no sé si se sueña, pero se trabaja para ello».

El usubildarra ya vivió momentos difíciles en la Real, con el equipo en Segunda, algo que ha hecho que ahora «disfrutemos más». Así las cosas, «estar ahí arriba exige mucho y espero que el equipo cada semana esté a la altura del partido. Partidos claves van a ser todos y los tenemos que preparar así».