El presidente de Bolivia, Evo Morales, expulsó ayer del país a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), acusada de supuesta injerencia política en organizaciones campesinas y sociales y de conspirar contra su Gobierno. EEUU lamentó la decisión y dijo que el más afectado será el pueblo boliviano que se beneficiaba de sus programas.

La decisión de Morales, realizada en un acto por el Primero de Mayo, sorprendió a los bolivianos que esperaban como cada año por esta fecha su presidente anunciara la nacionaliza- ción de una empresa estratégica, algo que se ha producido desde su llegada al poder en 2006.

Declaró que «hoy día solo vamos a nacionalizar la dignidad del pueblo boliviano» ante lo que consideró una «intromisión política» de EEUU.

«No faltan algunas instituciones de la Embajada de EEUU para seguir conspirando contra este proceso, el pueblo y, en especial, el Gobierno nacional y, por eso, aprovechando el 1 de mayo quiero informarles de que hemos decidido expulsar a la Usaid de Bolivia», anunció.

En noviembre de 2008 el Gobierno expulsó a la DEA, la agencia antidroga estadounidense y al embajador de Washington en La Paz, Philip Goldberg, al que acusó de conspirar contra su Gobierno. En 2009 también fue expulsado de Bolivia el Programa de Fortalecimiento de la Democracia de la Usaid bajo la acusación de financiar a ONG que intrigaban contra su Ejecutivo.

El Ejecutivo boliviano ha dicho varias veces que esas ONG son «espías» de Washington y les ha acusado de intentar frenar proyectos viales y de explotación de recursos naturales, utilizando para ese fin a los pueblos indígenas, algo que EEUU niega.

La Usaid llegó a Bolivia en 1964 para impulsar proyectos en salud y desarrollo sostenible de los recursos naturales, entre otros.

«Seguramente pensarán todavía que aquí se puede manipular políticamente, económicamente. Eso son en tiempos pasados», afirmó Morales, que denunció que la Usaid utiliza a algunos dirigentes sociales para dividir sus organizaciones y desestabilizar el país y a su Gobierno a cambio de «limosnas».

El principal programa de la Usaid en el país, con una inversión de 20 millones de dólares en tres años, se enmarca en el área de la salud, indicó Efe citando fuentes de la Embajada de EEUU.

Morales afirmó que Bolivia está preparada para asumir la financiación de los proyectos de la agencia, a la que acusó de seguir teniendo «mentalidad de dominación y sometimiento» y de desarrollar programas «con fines políticos y no con fines sociales».