«3.szn» supone el tercer trabajo de Siroka, musicalmente el más completo, cuidado y mejor resuelto. Con ambición se aprende y Siroka no ha querido renunciar al futuro dinámico. Maria Rivero, Gorka Chamorro (también miembro de Zein da zein?), Iñigo Pagazaurtundua y Pedro Melgarejo son Siroka, cada uno de un pueblo y con local de ensayo en Errekaldeberri, Bilbo. Distancias que lejos de separarles bien parece que les ha unido más que nunca, ya que «3.szn» supone un notable avance musical: mejores composiciones, tratamiento del sonido, interpretación... Seis canciones las han grabado en Garate y se recuperan dos como bonus: «Tximeletak», canción que cedieron para el documental del mismo nombre y donde cuentan con el apoyo vocal de Xagu, de Iheskide, y el curioso «Inside on a Belmarsh cell», «es un tema que compusimos para el festival Basque Solidarity Sound System, a favor de los y las presas políticas vascas que se celebró en Londres el pasado noviembre». El corte cuenta con las colaboraciones de Juan (Governors), Aiora (Zea Mays), Leire (Lain) y Endika (121Krew).

Cambio de componente, reflexiones y la tercera llegada...

Mientras transcurría la gira anterior decidimos que sacaríamos otro disco, en principio lo íbamos a publicar para la feria de Durango del año pasado, pero cuando finalizamos la gira «Karosi», Ekaitz dejó el grupo e Iñigo «Pagaza» entró a formar parte de Siroka y ahí decidimos tomarnos las cosas con más tranquilidad y olvidarnos de Durango. Optamos por trabajar el nuevo disco desde un punto de vista más musical, sin ponernos fechas topes, sin presiones y tratando de buscar nuevos sonidos, nuevas sensaciones. Bajo esta postura, surge «3.szn», que viene a significar tercera escena, tercera etapa de Siroka, tercera gira.

Los grupos no suelen tener mucha distancia con las canciones y siempre dudan sobre qué colocar en primer lugar.

Todo en Siroka se decide tras darle muchas vueltas y filosofadas (je,je,je...). En la primera, «Ez al zaizu iruditzen?» no había duda, ya que había sido el single y el videoclip de esta canción. Para el resto hubo debate en el estudio. Solo teníamos claro cuál sería la primera y que los dos bonus irían al final. Tras los devaneos, todos y todas nos hemos quedado tranquilos con las decisiones tomadas.

Afronta dos proyectos, uno acústico como Hutsa y el eléctrico con Siroka, ¿le resulta complejo afrontar cada rol?

Me encanta poder complementar Siroka con otros proyectos, como Hutsa. Me da la posibilidad de aprender mucho vocalmente y también me enriquece a la hora de componer o interpretar. Las sensaciones, tanto en la composición como en los directos, son muy distintas, pero me parece que un proyecto enriquece al otro, en lo que a mí se refiere, y me da la posibilidad también de oxigenarme y cambiar el registro de voz.

No obstante, parece que Siroka se va encontrando más cómodo entre ritmos medios y cuidando las melodías, matizando.

Supongo, que como todo grupo que nace, Siroka ha tenido un recorrido en el que ha ido aprendiendo en todos los sentidos: nos equivocamos, acertamos; aprendemos en definitiva. En este disco hemos tratado de cuidar la sonoridad, el estilo musical y creo que el grupo en general se ha quedado muy satisfecho con el resultado. Ahora nos sentimos más cómodos y creemos que poco a poco vamos encontrando nuestro «estilo». Le hemos perdido el miedo a bajar la velocidad a la claqueta y hemos aprendido a cuidar esa simplicidad que creo que caracteriza al grupo. Disfrutamos muchísimo en los directos y también lo hacemos escuchando el resultado en el disco. Vamos encontrándonos más cómodos. Supongo que dentro de unos años diré lo mismo que digo ahora (ja, ja ja...), pero esto es avanzar.

En este reflejo melódico «Kontrametafora» es una de las mejores canciones: de ritmo medio, templada y sutil.

Tanto «Kontrametafora» como «Egi apokaliptikoa» son canciones que, como bien señalas, son templadas y nos han salido así porque nosotros componemos desde las letras, salvo excepción; es decir, según qué mensaje queramos transmitir le damos una intensidad u otra.

Las letras llegaron desde muy lejos.

Sí, en este disco todas las letras partieron de la cárcel de Villefranche-Sur-Saone, escritas por el preso político Ruben Rivero, mi hermano, y cuando nos pusimos a componer la música nos salió así. A cada letra y a cada mensaje, como te comentaba antes, le hemos intentado dar la velocidad e intensidad que creíamos era más acorde al tema que tratábamos y estamos muy agusto con el resultado.

Con este disco se ha apostado más fuerte, habrán fundido los ahorros. ¿Más ambiciosos, más fe en el proyecto?

¡Nunca mejor dicho! Sí, hemos fundido nuestros ahorros, pero ha sido así porque teníamos ganas de quedarnos agusto con la sonoridad del disco. Ya he mencionado que vamos aprendiendo y nos hemos dado cuenta de que teníamos que invertir más en sonido. En el disco anterior invertimos más en darle sentido a todo, era un disco libro en el que contábamos un cuento y a su vez ese cuento tenía relación con las canciones, que a su vez se relacionaban con las prioridades... En esta ocasión queríamos centrarnos más en lo musical y aunque la autogestión sea difícil y complicada económicamente, estamos satisfechos con la inversión. Grabar en Garate ha sido enriquecedor.

Música y compromiso ante un sistema cada vez más hostil.

Siempre hemos creído que la música es una herramienta más para luchar contra este sistema. Creemos que tener un micrófono y, sobre todo, un público es una responsabilidad grande. Queremos usar la música para transmitir cosas importantes y así lo hemos hecho desde el principio. Asimismo creemos que la apuesta por cambiar la actual inercia cultural es importante. El copyleft o proyectos como Taupaka evidencian que hay alternativas al sistema cultural establecido. Para nosotros esto es una prioridad por muchas dificultades que te imponga el sistema.