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PRIMERA FEMENINA Final de Liga

Recorrido sin pancarta de meta

Aunque la distancia haya sido diferente para los tres, Athletic, Real Sociedad y Lagunak no han podido conseguir sus objetivos.

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Amaia U. LASAGABASTER

Acabó la temporada en Primera Femenina y lo hizo con sabor más agrio que dulce para los tres equipos vascos, que no pudieron cruzar la línea de meta. Con diferencias considerables porque el Athletic se quedó a las puertas, a la Real le pesó demasiado la primera parte del recorrido y Lagunak se quedó descolgado en la primera tachuela, pero con la desilusión, mayor o menor, como factor común.

La alegría la ha capitalizado el Barcelona, no solo porque ha conquistado su segundo título consecutivo, sino porque lo consiguió en unas circunstancias especialmente emotivas. Tras tropezar en las dos primeras jornadas, el equipo de Xavi Llorens ha firmado una remontada espectacular para acabar arrebatando el primer puesto al Athletic, que lo había defendido las 29 jornadas anteriores, en el último partido. Y ganando en San Mamés ante 26.000 espectadores, nada menos. Una victoria que ensombrece la temporada de las rojiblancas, aunque no ha sido menos espectacular: 23 victorias han celebrado las pupilas de Juan Luis Fuentes, a las que solo dos puntos -uno menos que el año pasado- han separado del título. No es menos digna de mención la campaña del Atlético, que ha discutido a Barcelona y Athletic la candidatura al campeonato prácticamente hasta el final, pese a contar con una de las plantillas más jóvenes de la Liga.

A otro nivel, pero también han sido dignas de mención las temporadas de Valencia, Sevilla o Levante Las Planas, que han cumplido su objetivo, la permanencia, holgadamente. Sobre todo el equipo catalán, que amenazó con hacerse con uno de los billetes coperos durante muchas semanas, aunque la segunda vuelta ha acabado haciéndosele demasiado larga.

Todo lo contrario le ha sucedido a la Real, a la que el tiempo se le ha quedado corto para la remontada. Tras una primera vuelta frustrante, el equipo de Unai Gazpio remontó superado el ecuador de la Liga, pero no lo suficiente para acabar en posiciones coperas, meta a la que aspiraba cuando arrancó el campeonato. Levante, Espanyol o Rayo -en el caso del equipo madrileño no hay que olvidar la marcha de sus dos goleadoras Natalia y Jenny, aunque para entonces ya estaba alejado de la pelea por el título- también cuentan entre las desilusiones, no tanto por su clasificación final, sino porque su irregularidad les apartó del camino al primer puesto a las primeras de cambio. Aunque la mayor de las frustraciones es para Lagunak. No tanto, también en este caso, por su condición de colista -ya la pasada temporada salvó la categoría en el último instante y los acontecimientos del verano no invitaban a augurar una trayectoria mejor-, sino porque su devenir ha estado monopolizado por los golpes. Necesitó nueve jornadas para anotar su primer gol, curiosamente en Barcelona, y 19 para sumar su primer punto. Ha despedido la campaña sin poder celebrar una sola victoria.

Alivio

No es de extrañar que, más que pena por haber concluido sin haber conseguido ni siquiera alguna de las metas más asequibles, el final de la temporada le suponga un alivio a Patxi Izco. «La sensación de pena fue antes, por cómo se dieron las circunstancias de principio de temporada, porque veíamos que era cuestión de tiempo que esto fuera muriendo. Ahora ya teníamos ganas de que acabara, sinceramente, porque ha sido una temporada muy larga, muy dura, llena de problemas y de inconvenientes desde el principio... Sí, al final ha sido un alivio», asegura el responsable de la sección de fútbol femenino de Lagunak, aunque admite que tampoco puede calificarse de gran sorpresa lo sucedido. «Si ya es complicado hacerlo bien cuando te apoyan, es prácticamente imposible cuando lo que te encuentras son zancadillas. Y más si la mayor de las zancadillas te la ponen en la propia casa. Costó muchísimo sacar el equipo este año y era difícil prever otra cosa».

No es tan amarga la sensación de Garbiñe Etxeberria, aunque reconoce que la temporada de la Real no ha sido la que esperaba. Sobre todo porque no cree que «el puesto en el que hemos acabado sea realmente el de nuestro equipo. Hablar de objetivos, al principio o al final de la temporada, es peligroso porque luego te puede llevar a hablar de fracasos y no es una palabra que quiera utilizar porque la sensación no es realmente esa». Quizá sea más apropiado decir que la responsable de fútbol femenino del club txuriurdin se ha quedado «con ganas de más. Viendo la temporada pasada, cómo fue la pretemporada, los cambios que hubo..., estábamos satisfechos y creíamos que la temporada también iría bien. Pero no ha sido así. En la primera vuelta los resultados fueron malos y esa carga se nos ha hecho muy pesada en la segunda vuelta. También hemos tenido lesiones importantes y eso nunca ayuda, aunque tampoco quiero utilizarlo de excusa. Lo cierto es que acabo apenada porque creo que el equipo tiene más, que ese décimo puesto no refleja lo que es o lo que puede ser el equipo».

¿Qué le ha faltado al equipo para alcanzar el nivel que se le supone? «Es algo que tenemos que analizar -explica Etxeberria-, pero creo que uno de los factores es que en las situaciones complicadas, cuando las cosas se ponen difíciles, en los campos más duros, cuando el rival es teóricamente más que tú... Tenemos que aprender a hacerle frente, a hacer frente a las dificultades. Creo que el equipo tiene calidad, que aunque es joven muchas jugadoras tienen ya experiencia de varios años en Primera, así que por ahí no hay problema. Pero creo que tenemos que ser más fuertes para hacer frente a las dificultades de la competición», afirma.

La ansiedad

Siempre hay aspectos a mejorar. Incluso para un equipo como el Athletic, al que el título ha vuelto a escapársele en el último suspiro, pero que ha firmado unos números casi inmaculados. Precisamente en esa finalísima del pasado domingo puede encontrarse la principal, o única, pega al trabajo de las rojiblancas, según Iñigo Juaristi. «Quizá nos ha faltado saber manejar mejor la presión que ha supuesto estar a punto de ganar un título. La ansiedad nos ha pesado y creo que en el momento que más necesitábamos ser lo que somos, es cuando nos ha costado. En realidad creo que también le pasó al Barcelona y puede que alguno hasta se llevase una sorpresa negativa viendo el partido porque hubo poco fútbol y muchos errores. Pero ellas al final ganaron y creo que, si tenemos que mejorar en algo, puede ser en situaciones como éstas, en finales como la que se había convertido ese partido contra el Barcelona».

Pese a lo cual, y aunque la cercanía de la derrota provoca que el dolor sea aún muy intenso, el responsable de fútbol femenino del Athletic no puede dar por mala la temporada. «No nos podemos olvidar del nivel que ha dado el equipo toda la temporada. Cuando un equipo aspira a ganar una competición, lo primero que tiene que hacer es estar ahí. Y nosotras lo hemos estado hasta el último segundo». Que no ha sido fácil, teniendo en cuenta no solo el poderío de su principal rival, sino el nivel general de la Liga. Aunque Juaristi lo comparte hasta cierto punto. «Ahora parece que ganar antes era coser y cantar, pero ganar algo es difícil siempre, antes, ahora y en el futuro. Cualquiera puede mirar las Ligas que ganamos, por cuánta diferencia, contra quiénes nos dejábamos puntos y cuántos... Ganar es muy difícil y tiene mucho mérito, pero antes también lo tenía, aunque sea cierto que el nivel de los equipos en general ha subido en cuanto a calidad, a competitividad, y sobre todo en cuanto a preparación».

Algo en lo que coincide con Garbiñe Etxeberria, para la que el nivel de la Liga «ha subido. La calidad de las jugadoras, la exigencia, la preparación, la seriedad de los clubes... Se ha mejorado a todos los niveles. Es dificilísimo ganar en todos los campos», asegura.

Lo ha sido especialmente para Lagunak, al que ahora le toca pensar en un futuro diferente tras haber perdido la categoría. Aunque Izco no se muestra especialmente optimista. La sociedad que ha llevado al equipo amarillo las cuatro últimas temporadas deja el proyecto -«con mucha pena porque ha sido una experiencia muy bonita, pero viendo cuál es la situación, no tiene sentido que sigamos»- y, aunque no tiene demasiadas esperanzas, confía en que siga adelante. «Será muy complicado porque en estas condiciones no se puede competir ni en Segunda, pero ojalá cambien bastantes cosas y el proyecto pueda seguir adelante».

Menos traumático se augura el verano en la Real, aunque lógicamente en el club donostiarra también trabajan en la elaboración del nuevo proyecto. Del que todavía no se sabe si Unai Gazpio seguirá al frente. «Como es lógico, todavía no podemos hablar de eso. Acaba de terminar la temporada -recuerda Etxeberria- y todavía tenemos que sentarnos todos, analizar cómo ha ido y lo que pensamos y luego empezar a planificar».

La Copa ofrece la oportunidad de desquite a las rojiblancas desde el próximo domingo

A torneo muerto, torneo puesto. El domingo acabó la Liga y el domingo comenzará la Copa. «Por suerte -asegura Iñigo Juaristi-. La gente acabó muy tocada tras perder con el Barcelona, pero la proximidad de una nueva competición se nota enseguida en el ánimo. En una semana el equipo estará otra vez con ganas de ganar».

Más aún tratándose del campeonato del k.o., espinita clavada donde las haya para el Athletic, que nunca ha conseguido ganarlo y al que el año pasado se le escapó en el último suspiro. «Fue muy doloroso, pero ahora no tenemos que pensar en eso sino en que hemos demostrado todo el año que tenemos una plantilla muy competitiva y que hemos estado ahí hasta el final por méritos propios. Y de alguna manera tenemos que borrar lo que ha pasado este fin de semana y volver a ser competitivos y aspirar a ganar este otro torneo», asegura Juaristi.

En un formato de play-off que le gusta más que el de la temporada pasada -«yo creo que cuantos más equipos lo juegan es más bonito y más interesante»-, el Athletic se estrena el domingo visitando al Atlético, precisamente el único equipo, junto al Barcelona, al que no han podido derrotar esta temporada. «Creo que es anecdótico porque al margen de cuál sea el rival, el equipo va a por todas. Es un rival muy fuerte, pero cualquier otro también lo sería. Quizá Prainsa y Sant Gabriel estén un peldaño por debajo, pero solo en teoría y porque a doble partido el factor campo pude ser muy importante. Pero todos son muy complicados, el nivel competitivo va a ser muy alto».

De ahí que Juaristi se abstenga de hablar de favoritos. «Lo puede ganar cualquiera. Es lo que tiene la Copa que, aun siendo eliminatorias a doble partido, el tener un día bueno te puede plantar perfectamente en la final. Equipos que en una competición larga pueden tener puntos de diferencia, en una eliminatoria, a un partido, pueden ganar a cualquiera y pueden perder con cualquiera. Y luego hay que tener en cuenta los cruces, el orden de los partidos... Es una competición diferente, con partidos mucho más intensos y normalmente más igualados que los de Liga... Es muy difícil hablar de un favorito claro», insiste.

Son ocho los que conforman la parrilla de salida, con los siguientes emparejamientos: Atlético-Athletic, Rayo Vallecano-Barcelona, Levante-Espanyol y Saint Gabriel-Prainsa. Los partidos de ida se disputarán este domingo y los de vuelta una semana más tarde. Los ganadores se enfrentarán por una plaza en la final. A.U.L.

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