NUEVA OPERACIÓN POLICIAL FRANCO-ESPAÑOLA
Madrid y París se enrocan con seis nuevas detenciones
Fernández Díaz los sitúa en el «aparato logístico», que admite como el más activo obviamente dado el fin de la lucha armada. EH Bildu abrirá una ronda contra el afán de «involución» del PP
Alberto PRADILLA | MADRID
Seis arrestos en tres localidades diferentes del Estado francés es el balance de la operación conjunta desarrollada ayer entre Policía gala y Guardia Civil. En Brive-la-Gaillarde (Occitania), el tolosarra Andoni Goikoetxea y gasteiztarra Raúl Aduna; en Blois, capital del departamento de Loir-et-Cher, el arrasatearra Kepa Arkauz y la zarauztarra Ekhiñe Eizagirre; y en Montpellier, Julen Mendizabal, también de Arrasate, y el vecino de Barrundia Igor Uriarte. Todos ellos tendrían vinculación con ETA, según Madrid y París, que aprovecharon la redada para sacar pecho e insistir en su mensaje inmovilista. «Lo único que esperamos es la disolución y la entrega de las armas», reiteró el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, que quiso presentar a los detenidos como el «núcleo del aparato logístico».
Agencias españolas, citando fuentes policiales, aseguran que dos de ellos desarrollaban labores de vigilancia de zulos y abastecimiento. No obstante, al menos hasta el momento, no han aparecido. De hecho, durante una presentación en power point que siguió a las explicaciones de Fernández Díaz, el instituto armado se limitó a mostrar depósitos descubiertos en operaciones anteriores.
Fernández Díaz dividió los tres grupos en labores concretas. Al primero lo relaciona con la custodia de zulos y la gestión del material que se guardaba en ellos. En un primer momento, Fernández Díaz aseguró que Goikoetxea destaca como «experto en explosivos». Sin embargo, uno de los responsables de la operación ubicó su labor en la vigilancia de estas infraestucturas. El segundo grupo, según la versión de Interior, estaría relacionado con la falsifi- cación de documentos. El tercero fue bautizado como «talde robacoches». No obstante, todos estarían interrelacionados dentro del «núcleo logístico», presentado como el «más activo» de la organización armada.
Este es un hecho evidente, si se tiene en cuenta que ETA decretó el cese definitivo de su actividad armada en octubre de 2011. De este modo, el argumento de que «el aparato militar ya no existe formalmente» expresado por Fernández Díaz casa a la perfección con lo ya reiterado por la organización vasca, que ha mostrado su disposición a dialogar con el Ejecutivo para abordar cuestiones técnicas como el desarme o los presos. Mientras, sus militantes siguen en la clandestinidad, por lo que resulta obvio que sus estructuras logísticas pervivan.
Fotografías sí, zulos no
Este es un contexto que incluso hasta la Guardia Civil sostiene. Según las explicaciones ofrecidas por un responsable del cuerpo tras la rueda de prensa (que declaró con voz en off pero sin mostrar el rostro), los zulos ya no preocupan a las Fuerzas de Seguridad españolas, que dan credibilidad al cese decretado por ETA. Por el momento, pese a ubicar a dos de los arrestados en la gestión de los almacenes y de filtrar que se habrían realizado seguimientos durante el acceso a estos lugares desde noviembre de 2011, estos no han sido mostrados. De hecho, lo único expuesto ayer fueron imágenes recientes de los arrestados y también de zulos aparecidos en otras redadas.
Tras el arresto, los seis ciudadanos vascos siguen en manos de la Policía francesa, que dispone de un máximo de cuatro días hasta que sean presentados ante el juzgado en París. Fuentes de la investigación citadas por las agencias españolas indicaban que estaban siendo interrogados, aunque no ofrecieron más detalles. Además, señalaban que, por el momento, únicamente se había hallado un arma, que habría sido encontrada en el domicilio de Montpellier. Fernández Díaz no quiso dar detalles sobre este punto.
«Como el GRAPO»
En la línea de lo mantenido hasta el momento por el Gobierno de Mariano Rajoy, el ministro de Interior aprovechó las detenciones para insistir en su rechazo al diálogo. «La actuación policial y la extrema debilidad de ETA le sitúan ante la inevitable disolución», afirmó. «O se disuelven o le reduciremos a unas siglas, como el GRAPO», añadió.
Además, se felicitó por la sintonía que mantiene con su homólogo francés, Manuel Valls, que mediante un comunicado se sumó al discurso del PP y prometió «colaboración» hasta lograr la «disolución» de la organización vasca.
En los últimos días, medios del Estado habían filtrado desavenencias entre Policía española, Guardia Civil y Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en su análisis sobre ETA. Los primeros, dirigidos por Ignacio Cosidó, habrían especulado con la posibilidad de acciones armadas. Una tesis que choca con lo expresado por la organización armada pero que Fernández quiso mantener abierta. Afirmó que «no bajamos la guardia» y especuló con que «una, dos o tres personas, no hace falta que pertenezcan a ETA, pueden hacer daño».
El aborto y ETA
La rueda de prensa en la que Fernández Díaz dio los detalles sobre la operación policial tuvo otra derivada inesperada, ya que terminó marcada por las opiniones del ministro hacia el aborto. Al ser conocida su militancia ultracatólica, los periodistas se interesaron por su opinión sobre las discusiones internas del PP. Y el ministro, que apoyó a Alberto Ruiz Gallardón, terminó vinculando la interrupcion voluntaria del embarazo con ETA.
«Tiene que ver, pero no demasiado», afirmó. Posteriormente, tras desatarse las críticas a través de las redes sociales, Interior trató de matizar las palabras de Fernández Díaz, afirmando que el ministro no quiso «establecer comparaciones».
Horas después de trascender estas detenciones, EH Bildu anunciaba que en cuestión de horas va a poner en marcha una ronda de reuniones con diferentes agentes políticos y sociales para transmitirles su «preocupación, reflexión y compromisos» de cara a la resolución del conflicto. Pretende iniciar esta dinámica con PNV y PSE. Toma esta iniciativa porque «estamos asistiendo a un goteo permanente de actuaciones que vuelven a reforzar la apuesta por políticas de represión y de criminalización» que alimentan así la perpetuación del conflicto.
Los representantes de la coalición soberanista Unai Ziarreta, Dani Maeztu, Asier Arraiz y Amaia Agirresarobe comparecieron en Donostia para subrayar que «la resolución y superación del conflicto y sus consecuencias es una prioridad política y social en Euskal Herria y los compromisos deben estar a la altura del reto y del objetivo final que es la paz».
En alusión a las detenciones de ayer y otros episodios, criticaron que «en lugar de afrontar desde una perspectiva constructiva la resolución definitiva de un conflicto irresuelto, Madrid se empeña en esquivar una vez más su responsabilidad para propiciar un escenario de resolución y en este camino ha conseguido el acompañamiento del gobierno de París». El objetivo final de ambos sería «condenarnos a la involución», por lo que no están dispuestos a quedarse cruzados de brazos.
En este contexto, EH Bildu censuró las declaraciones realizadas por la mañana por dirigentes como Andoni Ortuzar (presidente del PNV) o Josu Erkoreka (portavoz de Lakua), «a tenor de las cuales entra dentro de la normalidad seguir con las detenciones, que los presos sigan muriéndose en las cárceles,y que se mantengan políticas y medidas de excepción».
«El PNV no puede, no debe ser aval de semejante estrategia -consideraron los representantes de EH Bildu, adelantándose así a lo que le transmitirán en esta ronda-. No puede alimentar y dar cobertura a una política que va contra lo que demanda la sociedad vasca». Le pidieron expresamente que «retome la senda de Aiete con la que en su día se comprometió».
Nada más conocer los arrestos, en una entrevista en Radio Euskadi Ortuzar dejó claro que «no vamos a discutir estos pasos policiales, ellos sabrán por qué han sido en este momento y no hace un mes o dos meses. Sí nos corresponde decir que nos gustaría una política penitenciaria distinta, más valiente, más justa y más inteligente, que nos ayudara a dar pasos en la paz». En cuanto a ETA, le trasladó que «para que operaciones como estas no se den, lo mejor es que, cuanto antes y sin condiciones, haya un proceso de desarme y de liquidación de la organización, de autodisolución», para que «todas estas cosas sean más del pasado que del futuro».