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Cinco fases de ascenso para llegar a la división de honor, y 23 años más para aspirar al primer título de Liga

El 23 de setiembre de 1990 Corteblanco-Meyba Bidebieta (que así se llamaba el equipo) debutaba en División de Honor en la pista del Complutense madrileño. Pagó la novatada con una derrota (25-17) que anunciaba los problemas que iba a encontrar para mantener la categoría.

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Juan Carlos ELORZA

Alas órdenes del entrenador del ascenso, José Luis García, la plantilla donostiarra contaba con María Jesús Góñez y Ane Karrere (procedente del club asturiano La Guipuzcoana) en la portería; Mertxe Zelarain, Ana Rosa del Río (que venía de Oberena), Eva de Marcos, Arantxa Zamora y la rumana Stela Cosma (la primera extranjera del club) en la primera línea; Reyes Karrere y Arantxa Carbajo como pivotes; Isabel García, Pilar López y Maribel Alvariño (que llegaba del Leizaran de Andoain) en los extremos; y varias jugadoras del juvenil (Elena Agirre, Lorena Blanco, Olatz Arruabarrena y Lourdes Sánchez) para completar el grupo.

Pero la historia no empezaba ahí. El club del barrio de Bidebieta, con equipos masculinos y femeninos en sus inicios, se había ido centrando en el equipo femenino y, con el patrocinio de Corteblanco, había intentado una y otra vez hacerse con una plaza en la División de Honor en las últimas temporadas. Hasta cinco fases de ascenso consecutivas llegó a jugar antes de poder conseguirlo, alguna especialmente frustrante, como la que organizaron en Donostia en 1989.

En el primer intento, en 1986, Corteblanco superó la fase de sector en Donostia pero perdió los tres partidos de la fase final en Getafe, acusando su inexperiencia. En la segunda ocasión le fue aún peor, y cayó derrotado en los tres encuentros de la fase previa disputados en Valencia, los tres por un gol de diferencia. En 1988 tampoco pudo llegar a la fase final, tras perder en el choque decisivo de la última jornada del sector de A Coruña ante el CCS Gracia catalán (16-17).

En mayo de 1989 Corteblanco Bidebieta decidió lanzarse a organizar la fase de sector y la fase final en casa para intentar aprovechar el apoyo de su público, pero en la ronda previa se topó con el Vifirehati canario (16-18), y en su cuarta tentativa consecutiva, y en Donostia, ni siquiera pudo llegar a la fase final (acabarían ascendiendo Complutense y Remudas). Al final de esa temporada dejaban el balonmano dos jugadoras importantes del equipo, Lourdes Mariezkurrena y Milagros Velado (entre las dos habían sumado casi 300 goles en esa campaña), mientras la portera María Jesús Góñez rechazaba una suculenta oferta para irse al Vifirehati.

En este complicado -y por momentos desesperante- reto del ascenso se fue curtiendo el espíritu combativo del equipo, al que ya se había incorporado la pivote de Errenteria Reyes Karrere, procedente del Hernani (principal antecesor de las donostiarras en la División de Honor, en la que permaneció 15 temporadas consecutivas desde la campaña 1982-83 hasta 1996-97, participando en competición europea en dos ocasiones), donde vivió los últimos intentos de ascenso.

El quinto, que acabaría siendo el definitivo, llevó al equipo a Alcalá de Henares del 20 al 22 de abril de 1990. Esta vez no se celebraban fases previas de sector, cuatro clubes accedían directamente a la fase final (dos por cada grupo de la Liga previa: los que habían acabado primeros partían con 2 puntos -Corteblanco y Vifirehati-, y los segundos con 1 -Juventud Alcalá y Gracia-), y los dos primeros lograban el ascenso directo.

José Luis García se llevó 15 jugadoras (Mª Jesús Góñez y Mari Mar López de porteras; Arantxa Zamora, Mertxe Zelarain, Elena Ramos, Inmaculada Mínguez, Milagros Velado (que no había jugado en toda la temporada, pero se incorporó para ayudar al equipo en la fase final) y la juvenil Eva de Marcos en la primera línea; Isabel García, Marife Ramiro y Pili López (juvenil) como extremos; y las pivotes Reyes Karrere y Arantxa Carbajo. Las juveniles Larraitz Arbelaitz (portera) y Angélica Plaza (extremo) completaban el grupo.

Corteblanco necesitaba tres puntos para subir. La victoria en el primer partido ante el Juventud Alcalá (19-12) les dejaba a uno solo, y el empate ante el Gracia al día siguiente (17-17) certificaba por fin el ascenso. En la última jornada, ya sin nada en juego, caían ante el Vifirehati (9-20), y Góñez era distinguida como la mejor portera de la fase final.

Adaptación difícil a la División de Honor

La primera temporada en División de Honor fue muy difícil. La adaptación costó mucho más de lo esperado, y el club no acertó al fichar su primera jugadora extranjera. Cosma pasaba bien el balón pero no marcaba goles, y el equipo perdió sus diez primeros partidos. La primera decisión de la directiva fue prescindir de la rumana (6 goles en 7 jornadas), y fichar a dos jugadoras rusas, ambas zurdas, la lateral Ekaterina Sergeieva y la extremo Elena Ratnicova. Debutaron en la octava jornada, con la visita del todopoderoso Iber a Bidebieta y, pese a la derrota (19-32), los 8 goles de Sergeieva animaban a pensar que se podía dar la vuelta a la situación. Ella sí era una goleadora. Pero encajaron otras dos derrotas, la segunda en el derbi guipuzcoano en Hernani (19-17) -que provocó la dimisión del técnico José Luis García-, y llegó al banquillo Javi Fernández (26 años), que hasta entonces entrenaba al equipo juvenil.

Su debut no pudo ser mejor, porque trajo la primera victoria donostiarra en la máxima categoría en la 11ª jornada, en casa, ante el Universidad de Valladolid (30-22, con 8 goles de Ratnicova, 7 de Sergeieva, y 5 de Karrere y De Marcos). Ahí comenzaba un dramático sprint de 12 jornadas en el que las donostiarras sumaron 14 puntos (siete victorias), aunque la salvación no se decidió hasta el último partido, en la pista de su rival directo por evitar el descenso, el Universidad de Valladolid. El 15-21 favorable al final, con el apoyo de 250 seguidores donostiarras -a quienes en principio se les denegó el acceso, hasta que el delegado federativo que había solicitado Corteblanco obligó al club local a permitírselo-, y en unas gradas repletas con más de un millar de personas, permitía respirar al equipo y mantener la categoría que tanto había costado conquistar.

La experiencia de esta primera temporada quedó grabada en el ADN del club, que nunca más ha tenido problemas para mantenerse. Su peor puesto en las 22 temporadas siguientes fue el 7º (1998-99, la primera y también complicada temporada como Bera Bera), pero sus objetivos enseguida empezaron a centrarse en las competiciones europeas. La lucha por la Liga estaba lejos de su alcance, debido a la supremacía de los clubes de la costa mediterránea (Iber, Mislata, luego el Elda), pero empezó a asomarse en la Copa, hasta alcanzar su primera final en 1993, la que le conduciría a su estreno en competición europea, en la Recopa 1993-94.

Al año siguiente (1991-92), de la mano de Javi Fernández -que permaneció una temporada más en el banquillo-, asomaba ya en el equipo una jugadora que había destacado mucho en el juvenil y que con el tiempo se convertiría en la figura más emblemática del club, Tati Garmendia. La rusa Sergeieva se quedaba (esa segunda temporada marcó 196 goles en Liga, una media de 9 por partido), y en lugar de Ratnicova llegaba otra rusa para la primera línea, Vera Jalodnaia.

Mª Jesús Góñez permaneció en el equipo las cuatro primeras campañas en la máxima categoría, y así pudo disfrutar de la primera experiencia europea. El club incorporaba a dos extremos vizcaínas que dieron mucho juego en esos primeros años en la elite (Marga García y Maite Cachorro), y en la temporada 1994-95 llegaba otra jugadora que se convertiría en uno de los pilares del equipo, Esme López (junto a Tati Garmendia, las dos que más temporadas han estado en el club, y también sus máximas goleadoras).

En la temporada 1997-98, la única que completó en el banquillo Jorge Dueñas -actual seleccionador español-, una atrevida gestión trajo a Bidebieta a dos danesas que se habían proclamado campeonas olímpicas con su país (en Atlanta 96, y luego repetirían en Sidney 2000) y también campeonas mundiales (en 1997 en Alemania), las extremos Anette Hoffman y Janne Kolling.

Pero esa temporada pasaría a la historia particular como la de la ruptura total entre el equipo y la sociedad Bidebieta que le daba cobijo. Las desavenencias sobre la manera de gestionar el equipo entre el patrocinador Corteblanco (Javier Blanco) y el presidente de la sociedad en aquel momento (Juan Carlos Rejano) se mostraron irreconciliables, y Corteblanco dejó el patrocinio al final de la temporada. El cuerpo técnico y la plantilla se posicionaron a favor de Javier Blanco, y todo ello condujo a que al final de temporada el equipo se desvinculara de la sociedad Bidebieta que le había dado amparo legal.

De Corteblanco Bidebieta a Bera Bera

Tras unas semanas de intensas gestiones y dudas sobre el futuro del equipo, finalmente el club donostiarra Bera Bera accedió a integrarlas en su estructura, y desde entonces compite con este nombre. Pero su primera campaña en el nuevo club volvió a resultar complicada. Las dudas sobre la continuidad del equipo impidieron contratar a ningún refuerzo foráneo y, por primera vez en la máxima categoría -se repetiría al año siguiente-, la plantilla no contó con ninguna extranjera. La inestabilidad se trasladó luego al banquillo, y el técnico Mario Hernández dejaba el club en noviembre para fichar por el Bidasoa tras la sexta jornada liguera, en plena eliminatoria europea con el Nordstrand noruego. Javi Fernández se hacía cargo del equipo durante cuatro jornadas, hasta dejarlo clasificado para el grupo que lucharía por el título en la segunda fase liguera, pero luego se marchaba por motivos laborales. El segundo entrenador, Txomin Izeta, tomó las riendas, hasta que al final de la Liga Reyes Karrere se convertía en entrenadora-jugadora para los dos últimos partidos, iniciando así su trayectoria en el banquillo.

En la temporada 1999-2000 la llegada de un nuevo patrocinador, Akaba, insufló nuevos ánimos, y su apoyo durante 11 años vino acompañado por los mayores éxitos del club hasta entonces, como los dos títulos de Copa (2007 y 2009), o las semifinales de la Recopa en la campaña 2007-08. El sponsor acabó su relación con el club al final de la temporada 2009-10, coincidiendo con la retirada como jugadoras de Tati Garmendia (18 años en el club) y Esme López (16), y también sin poder clasificarse para Europa, tras 15 presencias anteriores, las 10 últimas consecutivas.

Esa primera campaña con el patrocinio de Akaba debutaba con el primer equipo a sus 18 años Eli Pinedo, que llegaba del juvenil, y al año siguiente (2000-01) su hermana Patri disputaría muchísimos minutos (marcó 97 goles en su primera temporada), cubriendo el hueco de Eider Rubio en la primera línea, en una temporada que la central antiguotarra se pasó prácticamente en blanco debido a una lesión de rodilla. En la temporada siguiente (2001-02) llegaría Matxalen Ziarsolo, que actualmente es la jugadora que más años lleva en el equipo (este es el 12º).

La última década ha vivido la etapa de consolidación del club, aunque tras la marcha de Akaba la falta de patrocinador ha coincidido con la crisis económica. El club ha optado por mantener una línea de promover la profesionalización de sus jugadoras, hasta donde lleguen sus posibilidades económicas, y el derrumbe de otros proyectos le ha permitido abrirse paso hasta esta temporada, con dos títulos ya en sus vitrinas, y a un paso de su primer título liguero.

Cuando se cumplen 8.421 días desde que se consiguió el ascenso -y 8.266 desde el debut en la División de Honor-; con 140 jugadoras que han vestido la camiseta del club en la máxima categoría (74 de ellas vascas); 7 entrenadores y 2 entrenadoras que han pasado por su banquillo; 703 partidos oficiales y 18.299 goles en su haber; tres títulos de Copa y dos Supercopas... mañana Bera Bera tendrá a su alcance el título de Liga, el primero, que redondearía su mejor temporada.

Fechas importantes

21 de abril de 1990

Corteblanco Bidebieta logra el ascenso en la fase final en Alcalá tras empatar con el Gracia.

23 de setiembre de 1990

Primer partido en la máxima categoría, en la cancha del Complutense madrileño (25-17).

2 de DICIEMBRE de 1990

Primera victoria en División de Honor, en Bidebieta ante Universidad de Valladolid (30-22).

30 de mayo de 1993

Primera final de Copa, que se jugó en Pinto (Madrid), y derrota ante Mar Valencia (21-29).

26 y 29 de setiembre de 1993

Primera eliminatoria europea (Recopa) ante el RK Modea Tuing Zagreb croata, en Donostia.

19 de setiembre de 1998

Primer partido oficial, de Liga, ya con el nombre de Bera Bera, en la pista del Cleba León.

20 de abril de 1999

Reyes Karrere se hace cargo del equipo como jugadora-entrenadora para el final de la Liga.

1 de abril de 2007

Primer título del club, tras imponerse en la final de Copa al Ribarroja, en L'Eliana (Valencia).

15 de mayo de 2010

Último partido oficial con el club donostiarra para Tati Garmendia y Esme López.

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