Un matrimonio formado por una mujer de 53 años y un hombre de 61 fue hallado muerto el miércoles en su domicilio de Gasteiz. La Ertzaintza apunta a un posible caso de violencia machista, aunque será la autopsia la que deberá confirmar esta hipótesis.

Los cadáveres fueron encontrados en un piso ubicado en el portal número 63 de la calle Voluntaria Entrega, en el barrio de Lakua, con supuestos signos de violencia que no pudieron confirmarse in situ debido al avanzado estado de descomposición ambos miembros.

Esa prudencia se hizo patente en la información dada por el Departamento de Seguridad de Lakua, que se limitó a confirmar el hallazgo de ambos cuerpos, explicando que fue la Policía Local la que, sobre las diez menos veinte de la noche, alertó a la Ertzaintza sobre este suceso, que ahora se encuentra bajo secreto de sumario.

Fuentes del Ayuntamiento gasteiztarra informaron de que el administrador del inmueble avisó hacia las ocho y cuarto de la tarde a los agentes municipales de que salía «muy mal olor» de un domicilio del cuarto piso y de que el buzón correspondiente a la casa estaba «a rebosar», las persianas sin tocar y ropa tendida «desde hace tiempo», signos de que en la vivienda no había actividad.

La Policía Municipal decidió entonces contactar con un hijo del matrimonio que, como no tenía llaves, dio autorización para entrar en el domicilio, para lo que intervino el cuerpo de Bomberos. Fue en ese momento cuando encontraron a las dos personas muertas en la cocina.

Una comitiva judicial ordenó la misma noche del descubrimiento el levantamiento de los cuerpos, que fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense, donde se les realizará la autopsia. La Ertzaintza avanzará en su investigación tras conocerse los resultados de esta.

Sorpresa vecinal

Algunos vecinos del matrimonio fallecido mostraron ayer su sorpresa ante los hechos acaecidos y señalaron que el mal olor llevaba llamando su atención desde unas tres semanas.

«Pensaba que se habían ido de vacaciones y se habían dejado algo en la bolsa de la basura; que era eso lo que olía. Lo que menos esperábamos era esto», resumió una de las vecinas del segundo piso que, además, se encarga de la limpieza del portal. Tal como recogió la agencia Efe, también comentó que tanto el hombre como la mujer fallecidos «no eran de hablar mucho» y que, por su parte, mantenía con ellos un trato cordial.

Otro de los vecinos, un hombre que reside habitualmente en la vivienda situada frente a la del matrimonio fallecido, coincidía en destacar que hace semanas que el mal olor se había extendido por todo el edificio. No obstante, señaló a los periodistas que, como la semana pasada él no estuvo en su domicilio de Gasteiz, lo que no le sorprendió fue el hecho de no ver a la pareja durante los últimos días.