Unos 60 vecinos participaron ayer en la marcha que tuvo lugar en Alonsotegi para denunciar el proyecto de instalación de un crematorio en el barrio de Arbuio, a apenas 25 metros de las viviendas.

La marcha partió de los pabellones de Arbuio en los que una funeraria tiene previsto instalar el horno incinerador de cadáveres y concluyó frente al Ayuntamiento de Alonsotegi, donde se colocó una pancarta denunciando este proyecto.

Los organizadores de la protesta de ayer hicieron asimismo un llamamiento a los vecinos de Alonsotegi a movilizarse para lograr la paralización definitiva del proyecto de crematorio en Arbuio. Según destacaron, se trata de una actividad clasificada como molesta porque genera emisiones que pueden resultar perjudiciales tanto para el medio ambiente como para la salud de las personas que viven en sus inmediaciones.

Junto a ello, recordaron que el proyecto de crematorio está teniendo serios problemas para su tramitación, ya que se le ha denegado la licencia de obras, aunque la funeraria promotora de la instalación todavía puede recurrir esta decisión.

Sin embargo, los opositores al crematorio criticaron la postura del alcalde, el jeltzale José Luis Erezuma, ya que firmó el decreto que dio inicio al procedimiento, a pesar de que posteriormente ha mostrado sus reticencias ante esta instalación.

En este sentido, destacaron que la próxima semana puede ser determinante para conseguir la definitiva paralización.