ALAVÉS 2

TUDELANO 0

Segundo objetivo a tiro, segundo objetivo alcanzado. Tras asegurar hace semanas su presencia en el play-off, el Alavés se ha confirmado ahora como campeón del Grupo II. Un logro honorífico pero, sobre todo, un logro con consecuencias prácticas. Y es que el conjunto alavés afrontará el tercer y definitivo objetivo de la temporada con la ventaja a la que se hacen acreedores los cuatro mejores equipos de la categoría, multiplicando sus opciones de ascenso. Disputará una primera eliminatoria que, en caso de victoria, le dará el billete a Segunda; y en caso de tropiezo, le ofrecerá una segunda oportunidad, reenganchándose a las eliminatorias del resto de los equipos clasificados.

Tuvo cierto aire de ensayo general lo que se vivió ayer en Mendizorrotza. En la grada, donde se vivió un ambiente espectacular con más de 12.000 aficionados que no dudaron incluso en hacer la ola, y también en el césped, donde la escuadra albiazul necesitaba volver a probar que no le tiembla el pulso cuando la situación lo requiere. Había que confirmar la primera plaza sin esperar a una última jornada de infarto y el líder no dejó lugar a dudas.

Y eso que, entre la lógica ansiedad propia y, sobre todo, la oposición de un buen Tudelano que además también pelea por un bonito objetivo -la Copa se le complica ahora con la victoria del Real Unión y su tropiezo en Gasteiz-. El equipo ribero no renunció a su juego de toque habitual y volcó el campo por el lado de David Pérez. El centrocampista blanquinegro trajo de cabeza a la defensa local. Dos incursiones suyas bien pudieron costarle un disgusto al Alavés, pero Crespo reaccionó bien en ambas. Después fue el árbitro el que anduvo fino, a instancias de su linier, para anular un gol de Esparza por claro fuera de juego.

Hasta ese momento, el Alavés apenas había ofrecido señales de vida en ataque. Pero cuando le vio las orejas al lobo reaccionó. Lo hizo, además, de forma eléctrica, abriendo la lata navarra con una incursión de Guzmán por el costado, que acabó con un pase de la muerte aprovechado por Juanma para marcar el primero. La jugada del centrocampista pacense, autopase incluido, fue para guardar en la videoteca.

El partido se atascó entonces en la zona ancha del campo. Lo cierto es que el Tudelano no se amilanó pese al golpe y lo siguió intentando, pero careció de profundidad para crear verdadero peligro en las inmediaciones de Crespo.

Cambio forzoso y afortunado

Llegó el primer cambio por parte alavesista, con la entrada de Laborda por un Guzmán que se retiraba tocado. Y la jugada, aunque forzosamente improvisada, le salió redonda a Natxo González porque tras el descanso fue precisamente el delantero navarro el que amplió la cuenta de su equipo, al aprovechar un gran pase de Manu. Laborda dejó en el suelo a Zaparain y puso a tiro el título de grupo a un Alavés que ya se sentía campeón y, ahora sí, lo demostró sobre el verde.

Y es que el resto del encuentro fue un monólogo de los de Natxo González. Sobre todo a raíz de la expulsión de Fernando Delgado, que veía la segunda amarilla a un cuarto de hora del final. En superioridad numérica, el Alavés no concedió una sola opción a la escuadra ribera, que fue un querer y no poder. Y amagó, además, con un marcador mas ampio. En los últimos minutos Juanma y Luismi dispusieron de un par de ocasiones claras para redondear la cuenta albiazul, pero no estuvieron acertados en el remate. Tampoco importó. Para entonces Mendizorrotza ya era una fiesta por lo que estaba pasando... y por lo que está por venir.

Juanma

Abrió la lata blanquinegra en la primera parte y se asoció bien con sus compañeros para crear espacios a partir de tres cuartos del campo. Tras el descanso dispuso de alguna ocasión más para ampliar la renta, aunque esta vez no acertó.