Poco a poco, aunque sin excesivas ganas, se va acercando la estación del año en que las tormentas son algo a tener en cuenta en las salidas a la montaña. Y me refiero a las tormentas que produce el calor. Las otras, las que vienen del frío (las que estamos «disfrutando» esta semana), pueden aparecer en cualquier época del año.

Decidida a revisar una vez más las medidas de seguridad en estos casos, llega a mis manos un artículo sobre un rayo que cayó hace unos años en una tienda de campaña, en un camping rodeado de pinos altos. En el siniestro murió una mujer que dormía con su móvil bajo la almohada. Su marido -acostado junto a ella- también sufrió algunos daños, en tanto que la tienda permaneció intacta.

Casualidad de casualidades, esta misma semana se ha vuelto a producir otro accidente relacionado con el teléfono y los rayos. En esta ocasión, la persona siniestrada se refugió bajo un árbol mientras utilizaba su móvil. Al parecer, no fue afectado por el rayo principal, si no por una derivada que buscaba el campo electromagnético del aparato por el que hablaba.

Teniendo en cuenta que, por seguridad, se recomienda llevar el móvil al monte, la pregunta es obligada. ¿Es peligroso utilizarlo en medio de una tormenta? Pues resulta que, como siempre, hay quienes consideran que si es peligroso y quienes dicen que no nos puede pasar nada.

Los expertos que afirman que no es peligroso usar el móvil en el exterior y en campo abierto sostienen que los teléfonos móviles no atraen a los rayos. Sin embargo, dicen que deberíamos tener cuidado con los aparatos inalámbricos, comunicados con una red de cable por la que puede propagarse un rayo caído en las cercanías de nuestra casa.

Los entendidos que dicen que sí es peligroso insisten, por el contrario, en que no deberíamos usar móviles en el exterior durante las tormentas. Afirman que el uso del teléfono móvil aumenta el riesgo de ser alcanzado por un rayo. Y cuando ocurre, debido a la alta resistencia de la piel, el rayo es conducido por el cuerpo en lo que se conoce como Flashover (combustión súbita generalizada).