Directores demandan a Bidegi para cobrar el millón del blindaje
Readmisión o los 981.000 euros de sus blindajes. Es lo que reclaman a los tribunales los tres directores despedidos por Bidegi hace dos meses y que contaban con cuantiosas salvaguardas económicas, que les fueron concedidas en 2006 por los entonces responsables de esta sociedad pública. Los actuales rectores defienden que los despidos obedecen a causas objetivas y a que la empresa tendrá que ser rescatada por Diputación debido a su deuda de 900 millones.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
Los tres directores de Bidegi despedidos el pasado 13 de marzo han presentado sendas demandas ante un Juzgado de lo Social de Donostia con el objetivo de ser readmitidos o, en su defecto, cobrar en su integridad los 981.000 euros contemplados en los contratos blindados que la sociedad pública les ofreció en el año 2006. Esa cantidad cercana al millón se desglosa en tres partes de 295.000, 331.000 y 355.000 euros.
Las tres causas se están tramitando por separado y ya hay fechas para los juicios: 26 de junio, 11 de julio y 18 de julio. Según ha podido saber este diario, los demandantes solicitan al tribunal que su despido se declare nulo o improcedente.
El 19 de marzo, la diputada de Movilidad e Infraestructuras Viarias y presidenta de Bidegi, Larraitz Ugarte, defendió que los despidos de estos directivos respondían a «causas objetivas», por lo que se les iba a ofrecer la indemnización de 45 días por año trabajado contemplado en el convenio de la sociedad.
Ugarte explicó que la Diputación había decidido «cambiar la atribución y la encomienda» de Bidegi y proceder a su reestructuración, habida cuenta de que necesitaba «ser rescatada por la administración».
Cabe recordar al respecto que, según los datos publicados por el ente foral, Bidegi acumuló en legislaturas anteriores una deuda de 900 millones de euros, de los cuales cerca de 300 corresponden a desfases presupuestarios corroborados por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas.
Suscritos en 2006
El affaire de los blindajes fue revelado por GARA el 10 de marzo, cuando publicó que la dirección de Bidegi suscribió en 2006 cuatro cláusulas para blindar a otros tantos empleados: tres directores y una auxiliar administrativa. En aquella época el director de Bidegi era Néstor Arana, siendo Javier Zuriarrain diputado de Infraestructuras Viarias y Joxe Joan González de Txabarri (PNV) diputado general de Gipuzkoa.
El origen se remonta a 2003, año en que la Diputación constituyó Bidegi para la gestión de las autopistas. En abril de ese año, la sociedad contrató, entre otras, a dos personas para sus puestos de dirección, y cuatro meses después, en agosto, a una auxiliar administrativa.
En julio de 2006, Bidegi fichó a otra persona para su dirección. En este caso se añadió al contrato una cláusula en la que el trabajador se comprometía a «prestar servicios exclusivos» para Bidegi, a cambio de lo cual este gozaría en caso de despido de una indemnización «equivalente a 42 mensualidades».
Cuatro meses después, en noviembre, se suscribieron cláusulas similares con las tres personas contratadas en 2003, los dos directores y la auxiliar administrativa. En este caso, la indemnización se elevaba hasta las 48 mensualidades.
Extrañeza
Con la reorganización acometida en estos momentos la nueva dirección de Bidegi, con Katty Nevado al frente, decidió hace dos meses prescindir de los servicios de los tres contratados para los puestos de dirección.
Fuentes consultadas entonces por este diario ya mostraron su extrañeza ante la firma de este tipo de contratos en una sociedad pública, más en el caso de un puesto de auxiliar.
Pero se han destapado casos similares en otras empresas públicas. Por ejemplo en Metro Bilbao, durante la estancia del PSE en Lakua. El diputado general de Bizkaia, el jeltzale José Luis Bilbao, tildó de «reprobable, indigna e inmoral» la conducta de los dirigentes políticos que ofrecen este tipo de blindajes.
El organigrama de Bidegi contaba con una gerencia y cuatro direcciones de áreas. Llama la atención que tres de los directores tuviesen contrato blindado y el otro no.
Además de sueldos por encima de 80.000 euros brutos anuales por cabeza, los tres directores despedidos gozaron hasta el pasado enero de coches de empresa para su uso particular, exclusivo e ilimitado. Es decir, tanto para llevar a cabo su trabajo como para el resto del tiempo. Estos vehículos eran pagados por Bidegi en régimen de «renting» (sistema de alquiler a medio o largo plazo) y la sociedad se hacía cargo asimismo de todos los gastos que acarrean: combustible, taller mecánico, peajes, limpieza...
Concretamente, la actual dirección de Bidegi dejó de renovar a principios de año los contratos de cuatro coches que se utilizaban de modo particular -un Peugeot 308, un Suzuki Gran Vitara y dos Nissan Qashqai-, por cuyo alquiler había abonado en el anterior ejercicio 26.600 euros -2.230 euros mensuales-, resto de gastos aparte. Se trata de vehículos de gama media, con precios de venta de entre 15.000 y 20.000 euros en sus modelos más básicos. A día de hoy, la sociedad se ha quedado con una pequeña flotilla de tres vehículos para uso laboral de su plantilla.
Al parecer, la retirada del coche no sentó bien a uno de los directores despedidos, que presentó una demanda al respecto al considerar que era un derecho «consolidado» por el paso de los años, ya que lo disfrutaba desde 2004. Antes de que el caso acabara ante un juez, ambas partes llegaron a un acuerdo para sumar a su sueldo, como «salario en especies», la cantidad que se pagaba anualmente por el «renting» del vehículo que tenía asignado. Ahora argumenta que ha sido despedido de Bidegi como «represalia» por haber presentado la demanda por el coche. I. INTZIARTE
