ELA critica que el Plan de Empleo de Urkullu subvenciona la precariedad
ELA centró ayer sus críticas en el Plan de Empleo elaborado por el Gobierno de Gasteiz. Txiki Muñoz aseguró que «es pura propaganda» y que «subvenciona el empleo precario» en un momento en el que en Hego Euskal Herria existen ya 233.033 desempleados. El líder sindical defendió «el espacio de reivindicación de la calle, que es más democrático que los parlamentos que están controlados por el poder económico», y presentó once medidas de empleo de calidad.
Juanjo BASTERRA | BILBO
El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, Txiki, el responsable del área social, Mikel Noval, y Janire Landaluze, del Gabinete Técnico, criticaron el Plan de Empleo del Gobierno Urkullu porque «es pura propaganda, no es concreto, ni novedoso». A la vez, señalaron que «subvenciona el empleo precario». Añadieron que los 281 millones presupuestados para su desarrollo, «son gastos ya comprometidos en su gran mayoría». Recordaron que obvia el papel de la Administración pública como empleadora, que «destruye tam- bién mucho empleo».
ELA aprovechó el momento para llamar a la huelga general del 30 de mayo y recordó que en Hego Euskal Herria hay ya 233.033 parados. «No solo las cifras de desempleo son alarmantes, también lo es la situación de las personas que lo padecen. En concreto, el 46,6% de éstas no cobra ninguna prestación por desempleo, y solo el 33% lo hace en la modalidad contributiva», precisó Janire Landaluze.
Txiki Muñoz recordó que la huelga general del 30 de mayo «está repleta de solidaridad» y animó a quienes no tienen empleo a participar en las movilizaciones que van a tener lugar con este motivo. Remarcó que, en contra de quien afirma que los sindicatos solo defienden al que tiene empleo, «el trabajo de los convocantes de la huelga está relacionado con su preocupación por el elevado desempleo».
La calle frente al Parlamento
El líder sindical realizó un análisis crítico del «Plan de Empleo del Gobierno vasco» y acusó al Gabinete del PNV de «hacer solo propaganda». Txiki Muñoz aseguró que «no es verdad que el empleo lo creen los empresarios», al considerar que «éstos cuando hay actividad económica contratan y cuando no, echan a la gente a la calle».
Precisamente, añadió que es «en la calle» donde se configura «un espacio más democrático que los parlamentos, que están muy controlados por el poder económico, que saca lo quiere de esos políticos».
El líder de ELA cuestionó la preocupación del Gobierno de Gasteiz por el paro en un contexto «de derrumbe de todo lo social y lo laboral», por lo que le sugirió directamente a Iñigo Urkullu que, «si no se cambian las políticas, no va a haber oportunidades para el empleo, pero menos para el empleo digno».
Para que el plan fuera eficaz, la central sindical señala que se debiera de trazar un objetivo para «crear empleo de calidad». Sin embargo, el plan de Urkullu se queda solo en «bonificar el empleo precario». Para lograrlo, aboga por «un cambio radical» de las actuales políticas presupuestarias y fiscales.
Según ELA, no aporta novedades, «ahonda en las políticas que -a su juicio- están provocando un aumento del paro» y su contenido «no es realista, no es creíble y es continuista respecto a programas que ya existían». También reprocha que se obvie «la política de amortizaciones, de reducción de empleo temporal, de no sustituciones y de incremento de subcontratas privadas» que Lakua, «como empleador, ha adoptado en contra de la consolidación e impulso del sector público».
ELA, además de criticar el plan de Urkullu, presentó ayer once medidas para reactivar el empleo y poder reducir las altas tasas de paro, desconocidas desde hace dos décadas.
La principal medida, a su juicio, es un cambio radical en las políticas presupuestarias y fiscales «que se vienen apuntando», como indicó Mikel Noval. Pide un impulso del sector público y, sobre todo, los servicios que tienen que ver con el Estado de Bienestar Público. Recordó que el gasto público en protección social está «muy alejado de la media europea. Del 24,5% del PIB vasco al 29,4% del PIB europeo».
Para el sindicalista de ELA, se debe implantar la reducción de la jornada hasta las 35 horas. «Repartir el empleo para trabajar todos, pero sin reducción del salario». También cree que son necesarias subidas salariales por encima del IPC y adelanta la necesidad del establecimiento de «una renta máxima autorizada», que corrija el «mísero» salario mínimo.
ELA cree que las entidades financieras deben modificar su proceso de bancarización para «actuar en favor de la provisión de crédito a las familias y a las empresas, eliminando la especulación».
Exige «una política industrial» y que se garantice la financiación «a empresas que tienen un proyecto y un producto de futuro», y en este ciclo cree que el impulso al empleo verde debe ser «fundamental», porque es garantía del medio ambiente. ELA solicita dar marcha atrás a las reformas de las pensiones y laborales y crear un Servicio Público de Empleo «potente» y que «se preocupe de la formación de calidad». J.B.
