Los datos macroeconómicos de la jornada se convirtieron en un lastre para el Ibex, que veía alejarse un poco más el objetivo de superar los 8.600 puntos. En Estados Unidos, a diferencia de otros días, la orientación de las referencias de vivienda, empleo y actividad manufacturera fue negativa. Se destacaron, especialmente, el aumento de las peticiones semanales de subsidio de desempleo, que alcanzaron las 360.000, con lo que se rompieron hasta los peores pronósticos, y el índice de la Fed de Filadelfia, que también destrozó la estimación de los expertos. En concreto, en mayo se contrajo 5,2 puntos cuando en abril había crecido 1,3 y los expertos esperaban una subida de 2 puntos. Por otro lado, la prima de riesgo, después de varios vaivenes, no lograba traspasar el nivel de los 300 puntos. En este contexto gris, el Ibex, el peor en Europa, retrocedió un 0,47%, hasta los 8.542,30 puntos. También acabaron en rojo París (-0,08%) y Londres (-0,09%), pero no Fráncfort. En el Ibex, la lista de subidas estuvo liderada por IAG (+2,95%) y Mediaset (+2,53%). En el lado de las pérdidas, sobresalieron los descuentos de Abertis (-3,23%) e Inditex (-2,56%). Entre los grandes, solo Santander (+0,18%) y Repsol (+0,08%) esquivaban las caídas. La noticia del día, ya fuera del Ibex, estuvo en el estreno de Liberbank, el banco creado por Grupo Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria. Al cierre subió un 30%, hasta los 0,52 euros. En París, los mejores fueron Accor (+2,84%) y Vallourec (+2,53%). Los títulos de EDF (-5,24%) sufrieron por una rebaja de recomendación desde el inicio.