La despedida de Illunbe estuvo a la altura y por eso Sito Alonso no dejó de poner buena cara ante lo que se vio en el Donostia 2016 Arena. «Los jugadores han dado una exhibición. Y la gente, porque cree que un club es mucho más importante que cómo queda en la clasificación. Es la primera piedra del camino para volver de la LEB». El resultado del partido evidenció un equipo sin suerte: 89-90, cuando a 13 segundos ganaba 88-84. Sendos triples de Oleson y Lorbek, este sobre la bocina y de rebote, evitó la despedida con triunfo.

Las ganas de agradar hicieron que los de Sito Alonso saltaran con la muñeca suelta. Cinco puntos seguidos de Doblas y varios triples de Raulzinho Neto y Paunic otorgaban la primera renta local, mientras que en el Barça la respuesta llegaba de los puntos de Tomic y Oleson.

Las defensas no se esmeraban en exceso, lo que proporcionó numerosas canastas, alguna de ellas espectacular, como un «dos más uno» de Neto, sacando la personal de Rabaseda al anotar un aro pasado a la contra. Tal fue el caudal anotador que el primer período acabaría 29-29 tras un «costa a costa» culminado por Sada sobre la bocina.

Al inicio del segundo cuarto el acierto decayó por el correcalles, mientras que el marcador seguía sin decantarse. Uno de los duelos más bonitos era el que vivían Doblas y Tomic en el poste bajo, haciéndose mutuamente daño en ataque, mientras que entre los exteriores, Lagun Aro GBC llevaba la iniciativa gracias a su acierto en el triple. Cuatro puntos de Olaizola seguido de un triple de Salgado y una técnica a Huertas, dejó el partido al descanso con una merecida renta para los locales: 53-44.

De rachas y personales

El parcial 9-0 del final del segundo cuarto se elevó hasta el 14-0, gracias a sendas canastas de Doblas y Díez. Oleson se encargó de templar gaitas con cinco puntos seguidos. La ventaja donostiarra se estabilizaba cerca de la decena, aunque el conjunto local empezaba a verse cargado de faltas, con Finley y Papamakarios con cuatro personales.

Ese exceso de «celo» a la hora de señalar las faltas cometidas por los locales ayudaba al Barça a acudir a la línea de tiros libres y recortar su desventaja. Los de Pascual, en medio de una pañolada, comenzaban el último cuarto con 70-66 en contra.

Un parcial de 7-0, cerrado por un «dos más uno» de Neto, dio nuevos ánimos a un Gipuzkoa Basket que ansiaba el triunfo, aunque el Barça no tardó en replicar con un 0-14, adelantándose 77-80, con Oleson de ejecutor.

Cuatro puntos y un robo de Neto voltearon el luminoso, entrando el marcador en el clásico «balancín». Díez elevaba el 85-82 y tras varios errores, la ruleta de tiros libres, ponía el 88-84. Parecía ganado, pero dos triples de Oleson y Lorbek le dieron la vuelta. Sin happy end, otra vez.