El presidente rojiblanco, Josu Urrutia, compareció ayer en Ibaigane para anunciar que el partido de despedida de San Mamés enfrentará al Athletic con una selección de jugadores vizcainos, una idea que se les ocurrió ya hace unos cuantos meses, que finalmente el club se ha decantado por ella y que para el mandatario bilbaino es «la mejor opción» y «una fiesta cercana». El rival y la fecha, el 5 de junio, fue lo único sustancial de una comparecencia que se podría haber resuelto como el anuncio de la renovación de Marcelo Bielsa hace un año, con una breve nota en la web del club o, si me apuran, con un vis a vis con quien se pasó de frenada y publicó que el elegido era el Nacional uruguayo.

Aclarado el secreto después de oír hablar de que si San Lorenzo de Almagro, River, Boca y esta misma semana el Nacional de Montevideo, no es de recibo que una convocatoria de prensa para anunciar el nada menos que encuentro de despedida de la histórica Catedral del fútbol antes de que las grúas la hagan añicos, se ventile con esos dos únicos datos: ni quiénes jugarán en ese combinado vizcaino, ni quién lo dirigirá, ni a qué hora se jugará, ni qué precios pagarán los no socios -estos gratis-, ni qué actos acompañarán al irrepetible partido -Urrutia saldó la lógica pregunta con un «lo importante no es qué haremos sino vivirlo»-, y ni pensar en tocar el tema de Bielsa -«nadie tiene que distraer un día como este», replicó-. Al final, la sensación que quedó en el aire es que el combinado vizcaino era un segundo plato por si fallaban, como parece que ocurrió, otros equipos de renombre. Y si no ha sido así, lo pareció.

El propio Urrutia aclaró que «para mí era una responsabilidad valorar otras opciones y explorarlas», que contactaron, de forma directa o a través de intermediarios, con unos cuantos clubes, pero enfatizó que con ninguno se cerró acuerdo alguno. Ni siquiera con el Nacional. «Nos han llegado varias cartas de aceptación, pero nadie puede decir que el Athletic ha faltado a su palabra. No hay acuerdo con nadie. El único que parece que lo ha entendido así es el Nacional», sobre quien deslizó que su malestar por no jugar en San Mamés radica en haberse quedado sin el suculento dinero que hubiera ingresado. «Con Nacional no ha pasado nada que no haya pasado con otros equipos», defendió. Ayer, el propio presidente de la entidad uruguaya aclaró que fue una posibilidad que «nunca estuvo firme» y que «nunca hubo acuerdo». Punto y final a la discusión.

«Mucho tiempo no tenemos»

No parece, por tanto, de recibo la aparición del presidente si no se explica porque los acontecimientos se han precipitado después de que ``El Correo Español'' diera por hecho, incluso confirmado desde Montevideo, que los uruguayos eran el club elegido, con el consiguiente debate en la calle sobre la idoneidad del rival. Porque si no, lo dicho, no tiene explicación.

Ni siquiera el propio Urrutia transmitió verosimilitud sobre que la opción de una selección vizcaina fuera la más apoyada desde un inicio, hace meses, y en cambio se espere hasta este miércoles por la tarde para comunicar a la Federación territorial la propuesta. A dos semanas vista del partido. No extraña que su presidente, Iñaki Gómez Mardones, reconociera al lado de Urrutia que «mucho tiempo no tenemos» para elegir entrenador, quiénes serán los privilegiados jugadores y cuáles los criterios para su elección. «Nos genera una responsabilidad para buscar un conjunto que reúna ciertas garantías y en ese empeño vamos a estar», acertó a decir Gómez Mardones.

Mientras ellos buscan equipo, el club seguirá perfilando los actos que rodearán al encuentro y que siguen siendo secreto de sumario, fuegos artificiales, se supone, al margen. De momento, Josu Urrutia avanzó que «estarán orientados a tocar nuestra fibra y nuestro corazón rojiblanco, para conseguir una gran fiesta de despedida de San Mamés y de reconocimiento a algo que para nosotros en estos cien años ha significado mucho, y seguirá significando». Pero esto tocará otro día, ayer no.